Maite UBIRIA

La batalla del circo Muller precede al espectáculo del G7

Buena parte de las libertades y derechos consagrados por la Constitución de 1958 dejarán de regir en la parte del territorio vasco bajo administración de la República francesa con motivo de la cumbre del G7. Como aperitivo anecdótico de la limitación del derecho de manifestación que se avecina, la subprefectura de Baiona ha prohibido la protesta organizada por un pequeño circo al que, reglamento municipal en mano, no han dejado instalarse en el frontón de Hendaia. Por la tarde, el Ayuntamiento ha remitido a los responsables del circo una circular para que abandonen el terreno privado en que se han instalado provisionalmente.

Varios chavales se acercan a los animales del circo, en Dongoxenia. Guillaume FAUVEAU
Varios chavales se acercan a los animales del circo, en Dongoxenia. Guillaume FAUVEAU

La polémica es vieja pero todo toma un cariz diferente a unas semanas de que un dispositivo integrado por millares de policías y con todo un arsenal de instrumentos legales a su servicio se imponga en Euskal Herria para garantizar «el normal desarrollo» de la cumbre del G7.

Efectivamente, los circos pequeños tienen cada vez más dificultades para encontrar terrenos adecuados para instalarse, durante unos cuantos días, en las localidades turísticas, y la costa labortana no es una excepción.

Las normativas en materia de seguridad y sanidad son cada vez mas rigurosas, ello sin contar con la sensibilidad social creciente con respecto al trato a los animales.

Aunque en las recién finalizadas fiestas de Baiona se hayan programado –otra vez se ha incrustado la feria en el programa oficial– corridas de toros, solo frustradas por el mal tiempo, el debate persigue por igual a segmentos más débiles de la cadena, caso de los circos pequeños.

Así, es habitual que coincidiendo con la llegada del circo Muller se organicen protestas para denunciar el uso de animales en sus espectáculos.

Tras su instalación provisional, ayer, en un terreno privado en Dongoxenia (Hendaia), no pocos chavales del barrio se acercaron a saludar a los animales que pasaban tranquilamente en el terreno, propiedad de un promotor inmobiliario.

Entre unas cosas y otras, la batalla del circo precede al gran espectáculo del G7. Al menos en Hendaia, ciudad que junto a Irun acogerá los actos de la contracumbre.

Queja y orden de abandonar el terreno

El Consistorio hendaiarra ha lamentado esta mañana por medio de una nota de prensa la «falta de voluntad de diálogo» exhibida por los responsables del circo Muller que tras ver cómo se le denegaba el permiso para instalarse en el centro de la ciudad, concretamente en Gaztelu Zahar, se ha plantado a las bravas en Dongoxenia.

Por la tarde, el propio alcalde, Kotte Ezenarro, ha enviado una circular a los responsables del circo instándoles a abandonar ese terreno, una letra motivada, segun dice, por «las múliples quejas vecinales» recibidas a raíz de la llegada de camiones y animales. 

Con fecha de 1 de julio, el circo cursó al Ayuntamiento de Hendaia una solicitud para instalarse en la localidad entre el 29 de julio y el 4 de agosto.

A la vista de las necesidades expuestas por sus responsables –400 m2 de terreno para poder instalarse con sus seis camiones semi-remolque, y su recinto para animales– el Consistorio denegó el permiso dando al circo la opción de acudir a Hendaia «fuera del periodo estival».

El motivo: la ciudad tiene demasiadas actividades culturales programadas en verano y no dispone de un terreno que reúna las condiciones para acoger el circo.

Desfile de protesta

Las razones no convencieron a Frank Muller, que optó por registrar una convocatoria de manifestación, a contar desde hoy y hasta el 6 de agosto, en horario de mañana y tarde, para que la tropa circense exprese su malestar ante la ciudadanía hendaiarra y los muchos visitantes que pululan por la ciudad desfilando por las calles.

«Los servicios municipales consideran que esta manifestación puede dar lugar a desbordamientos y alterar las normas de seguridad y de salubridad pública y entiende que hay que prevenir los desórdenes que podrían producirse en pleno periodo estival», puede leerse en la nota en la que la municipalidad hendaiarra insiste en que tratará de buscar soluciones «ante las dificultades que encuentran los circos, en toda Francia, para desarrollar su actividad».

A la espera de que el Consistorio apruebe una normativa para explicitar las condiciones que se aplicarían en el futuro a los circos que quieran acudir a la localidad, el subprefecto de Baiona, Hervé Jonathan, al que le tocará lidiar pronto con las cuestiones de seguridad del G7, se ha apresurado a prohibir al circo Muller que pueda manifestarse en las calles de Hendaia.