Situada en la confluencia de las avenidas de Carlos III y de Roncesvalles de Pamplona, la escultura de Dora Salazar y la placa fueron sufragadas por aportaciones ciudadanas y son elementos protegidos, por estar registrados entre los «Lugares de la Memoria histórica de Nafarroa»

La placa, en castellano y en euskera, contiene el texto «En recuerdo a las víctimas de la agresión policial padecida durante los sanfermines de 1978», y ha sido repuesta en la tarde de este jueves ante el aplauso de varias decenas de personas, aunque ya es la tercera vez que desaparece, tanto la original como las provisionales.

Ante ellas, los miembros de la iniciativa popular Sanfermines 78 Gogoan Amaia Kowasch y Ramón Contreras han explicado en euskera y castellano que el de hoy era «un pequeño acto de desagravio» contra un «sistemático y pertinaz ataque», aunque está previsto que el Gobierno foral reponga la placa de forma definitiva.

«No vamos a dejar de contestar a cada ataque que sufran estos lugares, declarados de Memoria Histórica de Navarra porque forman parte de nuestra memoria colectiva, pertenecen al pueblo, son nuestra historia inmediata, representan lo que hemos padecido y también nuestra lucha contra la represión, por la justicia, contra la impunidad, por la libertad», han subrayado.

El colectivo mantiene su compromiso férreo con estos símbolos «porque nos recuerdan esa lucha que hemos mantenido durante más de 40 años, por que estos sucesos tengan verdad, justicia y reparación».

Con todo ello, Sanfermines 78 Gogoan ha reiterado la demanda de que se inicien diligencias para descubrir a los culpables de este «sistemático y pertinaz ataque». Hoy mismo ha sido sustraida también la placa que recuerda a Mikel Arregi, concejal de HB muerto a tiros en un control policial en Lakuntza hace 40 años.

«No son hechos aislados: Es un ataque por los que quieren imponer la desmemoria, el olvido. Es un ataque contra la democracia y la libertad del pueblo», han zanjado entre aplausos.