«Hay que activar las capacidades del país de manera autocentrada»
Nacida en Zarautz (1981), ingeniera informática y doctora en Educación, coordina «TM eLab», el laboratorio Telesforo Monzon, un espacio para el análisis estratégico y la generación de propuestas para una Euskal Herria soberana y socialmente avanzada.
Este es un inicio de curso frenético para Iratxe Esnaola. Junto con las tareas de la universidad, ultima los preparativos para la presentación pública de «TM eLab», el laboratorio Telesforo Monzon, una ambiciosa iniciativa de Olaso Dorrea Fundazioa que preside y que tiene como objetivo provocar, estimular y motivar la creación de ideas y propuestas para el país.
Recibe a GARA en la imponente Olaso Dorrea de Bergara que vio nacer a Telesforo Monzon, un edificio cargado de historia y de fuerza, que condensa muchas de las tramas más trascendentes en el devenir de Euskal Herria. ¿Cómo se encuentra ante este nuevo reto? ¿Nerviosa, ilusionada, responsabilizada?
«Con muchas emociones encontradas. Por una parte, ilusionada, convencida de que el laboratorio Telesforo Monzon puede realizar una importante contribución a nuestro país y a su gente. Y por esa misma razón, por la propia ambición del proyecto, lo estoy viviendo desde la responsabilidad, con mucho respeto. Pero creo que esa mezcla de ilusión y pasión, de compromiso y responsabilidad debe acompañarnos en todo momento en este camino que hemos emprendido».
Asiente en la consideración: «Sí, es un proyecto ambicioso. Creemos que Euskal Herria, como cualquier país del mundo, debe actualizarse y reinventarse, y dichos procesos de reinvención, por su propia naturaleza transformadora, requieren recursos, inteligencia colectiva y una ambición compartida».
Ya lanzada, desarrolla su idea: «Los retos del siglo XXI que el país debe afrontar son complejos (dualización de la sociedad, emergencia climática, movimientos migratorios, crisis demográfica, nuestra identidad en un mundo global, etc.) y, más pronto que tarde, debemos analizar las respuestas que estamos planteando como país en los ámbitos estratégicos para su desarrollo. Junto con el análisis de los procesos de transformación que están en marcha en nuestro país, debemos buscar las referencias internacionales más avanzadas, para así fomentar la articulación y la integración de nuestra inteligencia colectiva y poder plantear respuestas compartidas y propuestas de país en áreas de conocimiento estratégicos para nuestro desarrollo económico, social y cultural. Y el laboratorio Telesforo Monzon surge con la vocación de ser un espacio más para la generación de ideas en esa dirección».
Visión de país
«Laboratorio de ideas», suena a algo nuevo y diferente, no a un más de lo mismo. ¿En qué se diferenciará de esas fundaciones partidistas que tanto abundan en el país y que no siempre aciertan a articular una conversación encaminada a abrir horizontes para Euskal Herria?
«La función de cualquier laboratorio de ideas o «think tank», en general, es la reflexión intelectual, el análisis estratégico y la generación de conocimiento, ideas y propuestas políticas. El laboratorio Telesforo Monzon no nace con visión de ningún partido, sino con visión de país. Y desde esa visión intentaremos acercar a los debates y reflexiones a las personas, profesionales y sectores que más profundamente conocen la temática a tratar. Nuestro deseo es compartir dicho espacio con amplios sectores del país. Nuestro horizonte está claro: una Euskal Herria soberana, con un modelo económico, social y cultural avanzado en Europa».
La iniciativa parece multidimensional, da cabida a varios grupos de sujetos. ¿Está abierta a todas las personas interesadas y comprometidas en desarrollar creatividad y conocimiento para construir un país soberano y socialmente avanzado?
«Sin duda. El laboratorio Telesforo Monzon tienen un carácter abierto y debe ser una característica natural de nuestro trabajo. Tenemos la responsabilidad de colaborar con agentes públicos y privados, de manera abierta y flexible, esa será nuestra dinámica natural. Estamos convencidos de que las respuestas a los retos del país serán fruto de las sinergias que todos y todas seamos capaces de crear».
Misión y objetivo
La misión que se han propuesto incluye construir una nueva narrativa del soberanismo, crear cuadros soberanistas e integrar la inteligencia colectiva del país. Un afán que requiere mucha creatividad, lo que implica originalidad y efectividad. Mucho ingenio, que implica cualidad innata e invención. Le pedimos que nos adelante, siquiera a trazo gordo, cómo van a funcionar.
«En nuestro país hay conocimiento e inteligencia suficiente para afrontar los retos actuales. Pero dicha inteligencia está atomizada y dispersa, dentro del país y por el mundo, y no ha funcionado de manera articulada. Ámbito a ámbito, el primer paso será conectar esa inteligencia colectiva y, a partir de ahí, fomentar la reflexión intelectual para encontrar respuestas y propuestas concertadas que den respuesta a los retos actuales. Y para ello, uno de nuestros retos es conseguir que los procesos de trabajo sean flexibles y dinámicos, evitando grupos y procesos de trabajo estáticos en el tiempo. Deben ser, procesos de trabajo orientados a misiones y objetivos. Con ese fin, Olaso Dorrea será un espacio, con todos sus recursos, físicos, materiales y humanos, al servicio de las necesidades de TM eLab y de cualquier agente que desee colaborar».
¿Y qué importancia tendrán las actividades de comunicación y de colaboración?
«Es otro de nuestros retos. La experiencia de los laboratorios de ideas nos muestra que la capacidad de elaboración de ideas y propuestas debe ir unida a la experimentación. La capacidad de influencia de una idea se incrementa cuando se ve reflejada en una experiencia práctica».
Capacidades de país
Euskal Herria es punto de partida y objetivo. ¿Cómo encaran la globalización, la identidad, el bienestar y la cohesión territorial como líneas de trabajo?
«Euskal Herria es parte de un mundo globalizado inmerso en un cambio profundo, a una velocidad de vértigo, donde el estado de bienestar, aunque a veces pensemos que es intocable, también está en juego. La sensación de incertidumbre es cada vez más generalizada. Y a esos retos comunes, hay que sumarle los propios de nuestro país: una comunidad lingüística minorizada y culturalmente dominada; un país dividido en dos estados y tres administraciones. Fomentar la cohesión territorial es más que estratégico. Por eso creemos que necesitamos activar las capacidades que disponemos como país de manera autocentrada».
«No siempre buscaremos una propuesta concreta –remarca–, ni recogerlo en un informe. Desde el planteamiento metodológico, cada proceso de trabajo se contrastará con participantes y colaboradores. Con la misma flexibilidad, se formularán los objetivos. Los procesos de trabajo deben ser creados de manera compartida, solo así articularemos la inteligencia colectiva. Por poner un ejemplo, podríamos plantear un análisis de la situación del sistema de pensiones e intentar diseñar un modelo para el Sistema Vasco de Pensiones. Pero por las limitaciones competenciales, o por diversidad de opiniones, el objetivo del proceso puede responder al inicio de un debate público, serio y real, en el conjunto del país».
«Sin renunciar a las raíces, renovarnos y reinventarnos»
Los valores que empapan a esta iniciativa son, en palabras de Iratxe Esnaola, «los de Telesforo Monzon». El bergararra fue un aristócrata abertzale multifacético, creativo y comprometido con su país y con su tiempo. Nos permitimos la licencia de proponer a Esnaola un ejercicio de imaginación y plantearle lo siguiente: esté donde esté Telesforo, ¿cómo cree que se sentiría ante esta nueva generación de abertzales, tan preparada y renovada, que desde la impresionante Olaso Dorrea recoge su legado para convertirlo otra vez en búsqueda, para lanzar más lejos la flecha?
«En el laboratorio Telesforo Monzon compartimos su pasión por la política y su compromiso con nuestro país. Compartimos, también, el afán por la unidad y la construcción de propuestas de país. Telesforo proclamaba un país soberano, culto y euskaldun. Y desde la total humildad, creo que Telesforo, esté donde esté, se sentirá muy ilusionado con este nuevo impulso renovado pero fundamentado en las mismas bases y valores que él defendía: visión de país, centralidad a nuestra lengua y a nuestra cultura, y compromiso. Recogemos su legado, con toda la responsabilidad que ello supone».
Y lo hacen desde Bergara, un pueblo que fue cuna de la ilustración vasca, ubicados entre las mismas paredes que fueron testigos de las primeras reuniones y conspiraciones para crear, por ejemplo, lo que luego se convertiría en la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, cuyo propósito era «cultivar el gusto de la nación por la Ciencia, las Bellas Letras y el Arte». Y, además, lo hacen a escasos metros de lo que fue la sede del Real Seminario, donde en su laboratorio los hermanos Elhuyar aislaron el Wolframio y por el que pasaron prestigiosos profesores como Proust, el físico Chabaneu o el minerólogo Thunborg. Parece que con esta iniciativa, con el laboratorio Telesforo Monzon, hay una especie de conexión, un hilo quizá invisible que recoge lo mejor de esa historia para transformarlo amoldándolo a los tiempos. ¿Siente en la fundación que preside Esnaola, por así decirlo, ese peso de la historia?
«Olaso Dorrea es un edificio robusto que transmite mucha fuerza. Es un edificio del siglo XVI y ha sido mantenido y restaurado durante cinco siglos. Un edificio que, sin renunciar a su pasado, y orgulloso del mismo, se ha ido adaptando y actualizando, conectado al país y al mundo. Es el mejor ejemplo para nosotros: Euskal Herria debe adaptarse a los tiempos. Dónde mejor que en Olaso Dorrea para, sin renunciar a nuestras profundas raíces como pueblo, reinventarnos y renovarnos para afrontar los retos del siglo XXI».M.Z.