La película, que dio a sus protagonistas el Oso de Plata a la mejor interpretación en la pasada Berlinale, relata la evolución de dos matrimonios a lo largo de 30 años y pone el foco en las consecuencias de la política obligatoria de hijo único que rigió hasta el año 2015.
«La gente en China ha apoyado y entendido esa política, la necesidad del control de natalidad, pero el Gobierno debería pensar también en los individuos y en las consecuencias que esas políticas tienen y ayudar de algún modo a las familias que sufren situaciones como las que cuenta la película», ha razonado el director.
‘Hasta siempre hijo mío’ arranca con la muerte de un niño en un trágico accidente, que hace que dos familias se separen. Mediante el seguimiento a esos matrimonios a lo largo del tiempo, el cineasta construye una crónica de los profundos cambios que ha vivido China en las últimas décadas.
Colisión entre individuo y sociedad
Xiaoshuai invita a reflexionar sobre la culpa y la colisión entre individuo y sociedad, y en ese sentido se alinea con las tesis de Hanna Arendt sobre la responsabilidad.
«Nuestro gobierno nos impone unas normas que debemos cumplir, pero ¿qué pasa si eso me hace sentir culpable? Tenemos también una responsabilidad individual a tener en cuenta», ha señalado.
En la narración, un total de tres horas, utiliza una estructura con saltos en el tiempo que puede ser confusa. «Habría sido imposible contar esta historia en orden cronológico en tres horas, habría necesitado más tiempo. En las conversaciones en la vida real también saltamos adelante y atrás, pero es cierto que quizá hay que verla varias veces para entender todas las conexiones», ha admitido.
Xiaoshuai ha competido cuatro veces en el festival de Cannes, y también en Venecia y Berlín. Entre los premios recibidos destaca el gran premio del jurado de la Berlinale por ‘La bicicleta de Pekín’ (2001) y el premio del jurado de Cannes por ‘Sueños de Shanghái’ (2005).
‘Hasta siempre hijo mío’ ya ha sido estrenada en cines en China y el resultado de crítica y público ha sido muy positivo, según Xiaoshuai, aunque le habría gustado que generara más debate.
«La política de hijo único se eliminó en 2015 pero la sociedad no está animándose a tener más hijos, es una costumbre tan arraigada que cuesta dejarla atrás», ha dicho. No obstante, ha añadido, la película ha llegado al público porque ha sentido que estaban contando su historia.