El proceso para exhumar los restos del dictador Francisco Franco en el Valle de los Caídos ha comenzado pasadas las 11.00 y ha terminado hacia las 12.30. En la ceremonia de exhumación, sin imágenes, solo han estado los operarios necesarios para extraer la losa que cubría la tumba, de 1.500 kilos, así como un forense, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor, autoridades el Gobierno en calidad de testigos y 22 familiares del dictador, entre nietos y bisnietos, que han llegado al Valle en un minibús y dos furgonetas, escoltados por vehículos policiales. 

Uno de los nietos del dictador, Francis Franco, portaba una bandera franquista en las escalinatas de acceso a la basílica. El Gobierno español ha asegurado que se le ha requisado en la entrada. Los agentes han dejado la bandera en una de las furgonetas de la familia. Oficialmente no se permitía ningún símbolo de la dictadura en el momento de la exhumación, no así en la inhumación en el panteón, al circunscribir ese espacio al ámbito familiar.

Tras la extracción del féretro, el prior del Valle, Santiago Cantera, ha oficiado un breve responso y a continuación familiares han sacado el féretro a hombros adornado con un estandarte con el escudo del Ducado de los Franco que incluye la Cruz Laureada de San Fernando.

Sobre el estandarte, una corona de laurel y un ramo de flores decorado con lazos en forma de flor, también con los colores de la bandera española, que emulaban las cinco rosas de las que habla el himno falangista  'Cara al Sol', según ha explicado el letrado de la familia.

El ataúd ha sido introducido en un coche fúnebre al grito de «¡Viva España, viva Franco!», ante la ministra Delgado y otros dos altos cargos del Ministerio de la Presidencia, que han permanecido a unos metros

Concentraciones no autorizadas 

Una veintena de personas del ultraderechista Movimiento por España se ha concentrado a las puertas del Valle de los Caídos con una pancarta que reza «Sánchez desokupa y deja a Franco en paz». La concentración no estaba autorizada pero han permanecido allí sin problemas, bajo vigilancia de la Guardia Civil.

Sobre las 12.55, el ataúd ha sido trasladado en el coche fúnebre hasta uno de los aparcamientos del Valle de los Caídos y allí ha sido introducido en un helicóptero del Ejército para ser trasladado al cementerio de Mingorrubio, donde estaba previsto que fuera enterrado junto a su mujer, Carmen Polo.

La aeronave ha aterrizado en un helipuerto cercano para que los restos fueran introducidos en otro coche fúnebre en el que completar el trayecto. En el exterior del camposanto aguardaba un nutrido número de simpatizantes franquistas, que han dado «Vivas» al dictador y han entonado el conocido himno ‘Cara al sol’. Entre ellos estaba el golpista Antonio Tejero, cuyo hijo sacerdote, Ramón, ha oficiado una misa para los familiares. 

La concentración, convocada por la Fundación Francisco Franco y la Asociación Raíces, había sido prohibida por la delegación del Gobierno. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha terminado dando luz verde a un acto con profusión de enseñas y mensajes franquistas.

El entierro ha finalizado pasadas las 15.30, tras lo cual la familia ha abandonado el lugar y se ha levantado el cordón policial, permitiendo el libre acceso al cementerio de Mingorrubio.