La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha denunciado este viernes la muerte de otros cuatro indígenas en hechos ocurridos en los departamentos Putumayo, Antioquia y Magdalena, que se suman a los cinco masacrados el martes en el departamento del Cauca.

Según la ONIC, las víctimas fueron el médico tradicional Pedro Jamioy, y su compañera Rosa Jacanamejoy, a los que mataron en su vivienda ubicada en el municipio de Sibundoy, del departamento del selvático Putumayo, fronterizo con Ecuador.

En el municipio de Chigorodó, en el departamento de Antioquia, murió a tiros Gilberto Domicó Domicó, del pueblo embera-eyábida.

Según la Organización Indígena de Antioquia (OIA), Domicó «hacía parte de la Guardia Indígena, recibió varios impactos de bala, por presuntos grupos armados al margen de la ley, que hacen tránsito indiscriminado por los territorios resguardados de este municipio del Urabá Antioqueño».

Estas organización añade que la presencia de grupos armados en la región genera un riesgo inminente en los indígenas de los pueblos embera, senú y gunadule y hace que no puedan acceder a los servicios básicos, quedando expuestos al reclutamiento forzado.

La OIA ha pedido acciones conjuntas a la Defensoría del Pueblo, a la Procuraduría y a la Gobernación de Antioquia, y ha invitado a  organismos internacionales de derechos humanos a brindar acompañamiento inmediato a la población indígena. 

La cuarta muerte denunciada por la ONIC ocurrió el jueves en la Sierra Nevada de Santa Marta (norte) en donde «fue encontrado el cuerpo sin vida del indígena wiwa Edison José Maestre Nieves asesinado con arma de fuego».

Junto a su cadáver, los autores de la muerte dejaron panfletos de Águilas Negras «en el cual amenazan a personas y autoridades del pueblo wiwa».

En los dos últimos días Colombia ha sido sacudida por la violencia que afecta al convulso departamento del Cauca porque allí fueron masacrados cinco miembros de la Guardia Indígena y otros seis quedaron heridos en un ataque ocurrido el martes, que se atribuyó a disdencias de las FARC.

El jueves otras cuatro personas murieron en el municipio de Corinto y una más en Caloto, que según el ministro de Defensa, Guillermo Botero, fueron perpetrados por narcotraficantes que operan en el Cauca, donde hay extensos cultivos de coca y marihuana.

Movilización indígena

La ONIC ha anunciado una nueva movilización que se llevará a cabo el 21 de este mes para rechazar estas muertes  de sus miembros en distintos departamentos del país. «Es lo que hemos decidido frente al genocidio que se está cometiendo en contra de los pueblos indígenas», ha afirmado el consejero mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias.

Este organismo también ha demandado al Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, la renuncia del ministro de Defensa Guillermo Botero, ya que «el país no puede seguir sumido en una ola de asesinatos, sin que se dé con los responsables».

Ante esta espiral de violencia, la ONU reclamó al Gobierno colombiano un plan integral de protección de los indígenas de la comunidad nasa y sostuvo que la solución a la violencia que sufren no pasa simplemente por aumentar la presencia militar, como ha decidido el Gobierno colombiano.

«Urgimos a las autoridades que rompan el ciclo de impunidad relacionado con amenazas, acoso y asesinatos que tienen como blanco a pueblos indígenas», dijo la portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Marta Hurtado.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia ha documentado la muerte de 52 indígenas en el territorio de los nasa desde el inicio de este año, de los cuales 11 eran defensores de los derechos humanos.