La Unión Europea (UE) acogió con alivio el resultado de las elecciones británicas y la clara mayoría absoluta obtenida por el Partido Conservador de Boris Johnson, lo que con seguridad propiciará que se materialice el Brexit, todo lo cual ha sido recibido con satisfacción por el presidente de EEUU, Donald Trump. Los dirigentes comunitarios expresaron su disposición a negociar un acuerdo comercial tras el divorcio, aunque no «a cualquier precio».

Con este resultado, la UE, que temía pasar buena parte de 2020 enfangada en el Brexit, espera –y así pidió– una ratificación rápida que permita a los británicos salir del bloque el 31 de enero ya que con esa mayoría absoluta Johnson no se verá siquiera condicionado por el ala más eurófoba de su partido y previsiblemente podrá lograr el apoyo a su acuerdo con Bruselas tras más de un año de bloqueo.

Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, coincidieron en expresar su confianza en que Westminster vote «lo antes posible» el acuerdo de retirada sellado por ambas partes en octubre y poder iniciar las negociaciones para fijar la futura relación.

Von der Leyen subrayó que Bruselas aspira a una relación comercial «sin aranceles, cuotas o competencia desleal» y que hay aspectos, como la cooperación en materia de seguridad, en los que «ya existen vínculos muy fiables» y solo habrá que trabajar en reforzarlos. Con todo, confió en que, aunque Gran Bretaña pase a ser un país tercero, lograrán sellar «una asociación sin precedentes». «Esto no es el final de algo, sino el inicio de una relación excelente entre buenos vecinos», añadió.

Pero «no se trata de concluir la negociación a cualquier precio», advirtió el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, abogando por obtener primero resultados «equilibrados» que respeten «las distintas preocupaciones».

Si se ratifica el acuerdo de octubre, los británicos dejarán la UE a finales de enero, pero seguirán respetando las reglas del bloque y beneficiándose de ellas hasta fin de año. Durante ese periodo de transición, se negociará la futura relación.

«Será una negociación difícil» por los plazos, reconoció el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, pero Johnson ya avanzó que no piensa pedir una prórroga del período de transición.

Líneas rojas

Los europeos empiezan ya a fijar sus líneas rojas: «La integridad del mercado interior europeo» y una competencia leal a nivel social y ambiental, por ejemplo, con un socio que se convertirá en «un rival a las puertas», según la canciller alemana, Angela Merkel, quien pidió evitar que Gran Bretaña «saque ventaja» de ello.

«Deseo que Reino Unido siga siendo un país aliado, amigo y un socio muy cercano. La condición es definir las reglas de una relación leal (...) No queremos que sea un competidor desleal», dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, quien defendió una «convergencia reglamentaria» con la UE, que no aceptará un «dumping, en sus fronteras.

«¡Felicidades a Boris Johnson por su gran VICTORIA! ¡El Reino Unido y Estados Unidos serán ahora libres para llegar a un acuerdo comercial masivo tras el Brexit!», afirmó Trump en un tuit escrito de madrugada. «Este acuerdo tiene el potencial de ser mucho mayor y más lucrativo que cualquier acuerdo que podamos hacer con la Unión Europea. ¡Celebra Boris!», agregó.

Al felicitar a Johnson, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, consideró que un diálogo constructivo y una plena cooperación con Londres respondería a los intereses de ambos países, cuyas relaciones son tensas, y de todo el continente europeo.