El Ejército estadounidense ha bombardeado hoy cinco bases de la milicia Kataeb Hizbulah, un movimiento chií próximo a Irán.

El bombardeo se produce dos días después de la muerte de un contratista civil estadounidense en un ataque contra una base militar iraquí en Kirkuk y puede agitar aún más un país sumido en una profunda crisis, donde han muerto más de 450 personas en la represión de las protestas contra la clase política, y convertir su territorio en el escenario de guerra entre Washington y Teherán.

La Comandancia de las Operaciones Conjuntas iraquí ha confirmado la muerte de al menos 15 combatientes de las milicias progubernamentales Movilización Popular, integradas sobre todo por chiíes, en el ataque estadounidense en Al Qaim, en la provincia de Al Anbar, en el oeste del país y fronteriza con Siria.

«La sede de la Brigada 45 de Movilización Popular en las zonas de Al Salum y Al Harach (...) fue blanco de tres ataques aéreos estadounidenses», ha detallado. Entre las víctimas mortales se encuentra un alto mando de la Brigada.

El portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, ha afirmado que la acción era una respuesta a los «ataques repetidos de Kataeb Hizbulah contra bases iraquíes que acogen a fuerzas de la operación Resolución Inherente (...)» que se vienen multiplicando hace meses.

Para el portavoz militar, estas acciones «debilitarán la capacidad de Kataeb Hizbulah de llevar a cabo futuros ataques contra las fuerzas de la coalición».

Hoffman ha precisado que tres de las instalaciones atacadas se encuentran en Irak y otras dos en Siria. Se trataría de almacenes de armamento o cuarteles de mando esta organización.

Intenso bombardeo el viernes

Hace dos meses que se vienen multiplicando los ataques de cohetes y obuses contra intereses estadounidenses en el país árabe.  EEUU había prometido una «respuesta firme» y responsabiliza a este grupo, al que vincula con la Fuerza Qods iraní, cuerpo de operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución.

El pasado viernes, en un bombardeo especialmente intenso, con el lanzamiento de más de 30 proyectiles, murió un contratista estadounidense y dos policías iraquíes en la base de K1 de Kirkuk. Además, varios soldados estadounidenes más resultaron heridos.

El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, ha condenado los ataques aéreos estadounidenses y ha denunciado «una violación de la soberanía nacional».

Otra facción pro iraní,  Assaïb Ahl al-Haq, ha relanzado su campaña para acabar con «la presencia militar americana que se ha convertido en una pesada carga par el Estado iraquí».

Kataeb Hizbulah, surgida en la lucha contra la ocupación estadounidense de Irak, es una organización chií que actuó contra la ocupación del territorio iraquí por parte del Estado Islámico. Integrada en la facción proiraní Movilización Popular, forma parte de las fuerzas de seguridad iraquíes.