Pablo Iglesias ha ensalzado el discurso de investidura del candidato a la presidencia, Pedro Sánchez, y ha asegurado que el próximo Ejecutivo necesitará la presión de los movimientos sociales para hacerlo bien.

«El próximo gobierno necesitará de la crítica y la presión de los movimientos sociales para hacer las cosas bien», ha afirmado durante su intervención el secretario general de Podemos, que, de salir adelante la investidura de Sánchez, se convertirá en vicepresidente de un gobierno de coalición.

En referencia a que fue necesario repetir las elecciones para lograr un pacto con el PSOE, Iglesias ha asegurado que «las cosas importantes no salen a la primera» y ha reivindicado que la próxima etapa tendrá que ser de los avances sociales y la democracia, para dejar atrás «la década de los recortes a libertades y derechos civiles»

Iglesias ha destacado que el discurso de Sánchez «ha definido de forma correcta el programa, lo que nos une y los retos del país» y, tras agradecer el trabajo de sus compañeros, ha deseado que el próximo Ejecutivo sea digno del texto del acuerdo, un programa que, según ha dicho, «combina la experiencia del PSOE con la valentía y frescura de Podemos» y que busca «garantizar nuevos derechos para la ciudadanía».

Ha puesto como objetivo que España que se convierta en «referente europeo de la justicia social», ya que la justicia social es, según ha indicado, «la mejor vacuna para la amenaza de la extrama derecha».

A continuación, el portavoz de Podemos ha centrado su discurso en criticar la actuación de «la derecha, la ultraderecha y la ultra ultra derecha», en referencia al PP, Ciudadanos y Vox.

A los «señores de la ultraderecha» les ha advertido de que «los avances sociales se seguirán produciendo en este país a pesar de ustedes».

Les ha recordado que «España es muy diversa» y que los diputados de EH Bildu, BNG y los catalaes «representan a los ciudadanos de este país con la misma legitimidad que ustedes».

A Pablo Casado le ha recordado que su partido «fue fundado por seis ministros de una dictadura sanguinaria», a los que hay que dar las gracias porque «se cambiaron de chaqueta y se volvieron demócratas», y le ha instado a no volver «a la ideología totalitaria que les vio nacer, porque si lo hacen la democracia española les colocará en su sitio».

En ese sentido, ha señalado que la tarea del próximo Gobierno será «básicamente reparar las traiciones a España y a la Constitución que ustedes han perpetrado».

A las fuerzas independentistas y catalanes

Iglesias también se ha dirigido a las fuerzas independentistas: «Me encantaría convencerles de que dejen de ser independentistas a través del diálogo, me encantaría convencerles de las posibilidades de construir juntos un país diverso, de impulsar juntos el republicanismo en este país, pero no soy ingenuo y sé que la mayoría van a seguir siendo independentistas, y eso es perfectamente legítimo, pero creo que hay valores que nos unen y creo que la gente que nos ha votado quiere que nos podamos entender al menos en esas cosas».

También ha tenido palabras para los presos poíticos y exiliados catalanes, a quienes ha expresado su agradecimiento porque le «consta» que desde la cárcel han trabajado «por defender el acuerdo y el diálogo».

En referencia a la cuestión catalana también ha destacado que Europa ha dejado clara la «inviabilidad de una solución judicial» al conflicto político en Catalunya, por lo que le ha pedido a todos los diputados de la Cámara Baja que en la nueva legislatura se haga «política».

A renglón seguido, ha augurado que el nuevo Gobierno tendrá «muchos enemigos preparados para combatir atacando», pero ha advertido a los «poderes económicos y financieros, a la algarada callejera y a algunos togados que pongan por delante su ideología reaccionaria», que el Gobierno defenderá la democracia «con la ley, con la ley y con la ley».