La huelga general del 30E ha tenido como colofón esta tarde potentes movilizaciones de nuevo en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria, pero en este caso extendidas además a decenas y decenas de cabeceras de comarca y pueblos.
Decenas de miles personas se han echado a la calle, en algunos casos por segunda vez en la jornada, y con especial impacto en Bilbo y Gasteiz. En la capital vizcaina lo han hecho bajo una intensa lluvia. En la alavesa al borde del anochecer.
Las manifestaciones vespertinas han mostrado la unidad de diversos sectores y la fusión de diferentes reivindicaciones. Así, al elemento original de las pensiones dignas que catalizó la convocatoria de huelga se han sumado mensajes contra la precariedad del mercado laboral, frente a la brecha salarial de género, contra la siniestralidad que se ha cobrado ya ocho vidas en Euskal Herria este arranque de 2020, o incluso de defensa del derecho de huelga, muy condicionado hoy por servicios mínimos en el sector público y por las condiciones draconianas imperantes en el privado.
Aunque la huelga general como tal se ha hecho notar sobre todo en el sector de la industria y también de los servicios, en las movilizaciones el protagonismo ha quedado en manos del triángulo formado por pensionistas, mujeres y/o jóvenes.
La mayor, a mediodía en Bilbo
De las desarrolladas a mediodía, sin duda, por su dimensión la movilización de Bilbo ha sido la más destacada. Decenas de miles de personas –50.000, según los organizadores– han marchado desde la plaza Elíptica hasta la casa consistorial tras una pancarta con el lema 'Pensiones públicas dignas ya! Lan eta bizitza duina denontzat!', precedida por un camión y un tractor, escenificando así la comunión entre los distintos sectores que han confluido en esta convocatoria.
Con anterioridad, en el caso del Botxo, se han conformado diferentes columnas en distintos puntos de la capital tras una intensa mañana en la que cientos de personas han recorrido calles comerciales y zonas de talleres para animar a la huelga. La manifestación, al igual que antes los piquetes, han sido vigilados por un importante dispositivo de la Ertzaintza.
Entre consignas de «Gora gora gora langileon borroka», «Pentsionistak aurrera», «Borroka da bide bakarra» y «No puedo hacer huelga, trabajo de interna», entre otras, la marcha ha discurrido sin más contratiempos hasta alcanzar el escenario instalado frente al Consistorio bilbaino, donde a esas horas se desarrollaba el pleno ordinario mensual.
«Día histórico»
Han sido representantes del movimiento de pensionistas los que han abierto las intervenciones destacando que la unidad y la solidaridad habían sido claves para conseguir esa jornada histórica de huelga, incidiendo en las adhesiones llegadas desde el Estado español. Es más, han subrayado que era un «día histórico» gracias al trabajo en común de trabajadores, jóvenes, mujeres y los propios pensionistas. También han animado a quienes no han querido sumarse a la huelga a que sigan respaldando la tabla reivindicativa que cada lunes reclaman en ese mismo lugar.
Baserritarras y feministas han intervenido a continuación, antes de que lo hiciera la secretaria general de LAB. Garbiñe Aranburu ha calificado de «despreciable» la actitud del lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, por asegurar que no tienen competencias para atender las reivindicaciones de la huelga. Más adelante, ha considerado una «provocación» que la consejera de Trabajo les enviase ayer una carta invitándoles a la mesa del diálogo social en la que solo se sienta la patronal, Ejecutivo y representantes de CCOO y UGT.
Tras la «demostración de fuerza» de hoy, la dirigente de LAB ha advertido a patronal y gobiernos de que atiendan las reivindicaciones de la huelga en el plazo de dos meses. «Si piensan que lo de hoy es una tormenta que amainará, están muy confundidos. Les damos dos meses para que respondan de manera positiva a nuestras reivindicaciones –ha insistido–, o nos volverán a encontrar en la calle». «Atiendan a nuestras demandas o en primavera flocererá la lucha, ¡florecerá la primavera roja!», ha enfatizado.
El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha defendido la necesidad de la huelga y su carácter político, criticando también que Urkullu niegue que pueda atender sus peticiones. «No dice la verdad», ha enfatizado.
En Iruñea
En Iruñea, alrededor de 15.000 personas según el recuento de NAIZ –35.000, para los convocantes– han recorrido las calles de la capital navarra, después de que las distintas columnas de los barrios hayan confluido a las 12.00 en la plaza del Castillo.
La movilización, encabezada por tractores del sindicato EHNE, ha colapsado el centro de la ciudad. Cuando la cabecera se encontraba ya en la recta final del recorrido en el Paseo Sarasate, la cola apenas había logrado comenzar a deshacer el camino, lo que supone más de un kilómetro de ocupación.
Los gritos de «Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden», «El dinero del TAV para gasto social», «Gora borroka feminista», «Nativa o extranjera la misma clase obrera» o «Patriarcado y capital, alianza criminal» han sido parte de la banda sonora que ha acompañado la manifestación.
Al final de la marcha, el movimiento de pensionistas ha tildado de «histórica» la movilización y han hecho un llamamiento a que «quienes no hayan estado hoy estén en las próximas movilizaciones». Los colectivos sociales han reivindicado «dignificar los cuidados», que los recursos del TAV se destinen a gasto social o que «a nadie se le niegen sus derechos por haber nacido en otros países».
En Gasteiz
Los piquetes han recorrido polígonos industriales y grandes superficies comerciales de Gasteiz, una ciudad que ha amanecido a medio gas y tomada por un amplio despliegue policial. Como viene siendo habitual, a primera hora se han vivido momentos de tensión junto a El Corte Inglés, donde policías locales han retenido a media docena de jóvenes. Los agentes han contado con el apoyo de la Ertzaintza.
Las integrantes del movimiento feminista se han sumado a la columna en la calle General Álava, una de principales arterias comerciales. Allí, al igual que ha ocurrido frente a El Corte Inglés, se han repetido las carreras de los uniformados. Han seguido de cerca al piquete en su camino por las calles del Ensanche y de Errota, donde decenas de personas han realizado una sentada.
Una protesta previa al inicio de la manifestación, que ha partido a las 12.00 desde la plaza Bilbao, con 12.000 participantes, según el recuento de NAIZ –25.000 según los convocantes–. Se ha tratado de una movilización masiva y colorida, que ha avanzado por la calle Francia hacia el corazón de la ciudad. Al igual que ha ocurrido a primera hora, en la marcha del medio día se han repetido los momentos de tensión en la calle Paz, donde se han vuelto a escuchar salvas.
Dos integrantes del movimiento de pensionistas han sido los primeros en tomar la palabra en la plaza de la Virgen Blanca, donde se ha colocado el escenario principal. «Hemos vuelto a llenar las calles», han señalado. Asimismo, han exigido al Gobierno español y a los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea «medidas urgentes para garantizar el sistema público de pensiones, manteniendo el poder adquisitivo y erradicando la brecha de genero».
En Donostia
En Donostia, cuando la cabeza de la manifestación acababa de llegar al Boulevard, uno de los organizadores ha dicho que los últimos manifestantes estaban saliendo aún de Anoeta. Alrededor de 35.000 personas, según los convocantes, han secundado la manifestación, en la que ha destacado la presencia de pensionistas y asociaciones feministas de varios pueblos de Gipuzkoa, además de los de la capital.
Un tractor con las banderolas de las centrales EHNE e Hiru ha encabezado la protesta unificada para dignificar las pensiones, el sistema educativo y el trabajo y situar «las vidas en el centro». Asimismo, varias pancartas recordaban a las trabajadoras y trabajadores que no han tenido la posibilidad de sumarse a la huelga, como las del hogar, por las condiciones precarias que sufren en sus lugares de trabajo, o «los trabajadores que están en las cárceles de los estados español y francés».