La búsqueda de los dos obreros desaparecidos en el desprendimiento del pasado jueves en el vertedero de Zaldibar continuará con el uso de excavadoras para poder trabajar a más profundidad y siempre valorando la estabilidad del terreno.
Así lo han indicado en declaraciones a los medios el viceconsejero de Seguridad del Gobierno de Lakua, Josu Zubiaga, y la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, tras reunirse en Zaldibar con los geólogos y los técnicos que coordinan el rescate de estos dos trabajadores que fue suspendido el sábado después de que la lluvia caída agravara la inestabilidad del terreno.
Zubiaga ha explicado que se ha acordado abordar una segunda fase en la búsqueda de estos operarios con excavadoras lo que permitirá trabajar a más profundidad y ha recalcado que se va valorar permanentemente la estabilidad del terreno para garantizar la seguridad de las personas que van a intervenir en el rastreo.
Hasta este momento las tareas para intentar localizar a estos dos obreros se habían realizado prácticamente a mano para evitar nuevos derrumbes.
El trabajo de las excavadoras se ha dado por concluido sobre las 18.00 de este domingo, y la previsión es continuar con las labores de búsqueda mañana lunes a partir de las 9.00, según el departamento de Seguridad.
Por su parte, los bomberos mantienen «confinado y controlado» el incendio declarado en lo alto del vertedero, después de que un helicóptero solicitado a Emergencias de Cantabria haya hecho este domingo 21 descargas de agua sobre la zona, según fuentes de la Diputación de Bizkaia.
Ante la imposibilidad de acceder a la zona por medios terrestres, los bomberos han solicitado apoyo aéreo. Tras el trabajo del helicóptero, el incendio sigue «confinado y controlado» por los bomberos, a la espera de observar cómo evoluciona la situación.
El fuego se originó en la tarde del pasado viernes en la zona superior del vertedero derrumbado.
Más medio millón de metros cúbicos de residuos industriales, entre ellos residuos de amianto, se precipitaron el jueves ladera abajo y sepultaron a los dos trabajadores del vertedero, además de cortar durante horas la autopista AP-8 (Bilbo-Behobia) en ambos sentidos y la carretera N-634 a la altura de Zaldibar.
El vertedero siniestrado registró unas 511.000 toneladas de residuos en 2019, de las que 4.200 eran materiales que podían contener restos de construcción con amianto, según los datos facilitados por el Gobierno Vasco, por lo que las personas que trabajan sobre el terreno en la búsqueda de los operarios deben ir ataviados con buzos, mascarillas y guantes de protección.