Así lo ha manifestado en respuesta al portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, quien en el pleno de control al Gobierno, le ha preguntado sobre las medidas y acuerdos que va adoptar para «reconducir la política lingüística».
La presidenta ha expresado en su primera intervención su deseo de que el euskara deje de ser un «arma arrojadiza» y se convierta en un valor patrimonial y en ese marco, ha sostenido, trabajan en la nueva norma que será un decreto foral.
En su réplica, Esparza ha sostenido que «nadie» quiere usar el euskara como «arma arrojadiza», pero el «nacionalismo vasco lo ha usado como herramienta para la construcción nacional, para su proyecto».
El portavoz de NA+ se ha mostrado muy crítico con la política lingüística de la pasada legislatura que, según ha dicho, se podría calificar como «impositiva, sectaria, que no respondía a la racionalidad, a la realidad lingüística sino a las ansias, obsesiones del nacionalismo vasco».
Tras recordar la sentencia que declaró nulos varios artículos de la norma y la decisión del Gobierno de no recurrirla, ha señalado que se siente siempre preocupado al ver «lo tranquilos que están Barkos, Araiz y Ruiz».
Ha insistido en que el Gobierno no está cumpliendo las fechas previstas para aprobar la nueva normativa y ha incidido en «la respuesta del nacionalismo de ni un paso atrás» ante el dictamen del Consejo de Nafarroa, que ha apuntado «dice básicamente lo que decía la sentencia».
El objetivo es «valorar el euskera como mérito en la zona no vascófona», ha denunciado Esparza, quien ha asegurado que no van a permitir que «se trate a unos navarros como ciudadanos de primera y a otros de segunda por no saber euskera» y si tienen que ir al juzgado, irán.
Al mismo tiempo, ha dicho a Chivite que si necesita ayuda para defender la igualdad de oportunidades «tendrá la mano tendida», para concluir que este tema «estratégico» es un «buen tema para que demuestre que manda en el Gobierno».
Chivite le ha pedido que «no se ponga nervioso» y le ha «negado la mayor: UPN y PSN no han compartido política lingüística nunca», ha aseverado. «Ustedes han estado siempre en contra de cualquier cosa que tuviera que ver con el euskera», ha aseverado.
Ha señalado que el acuerdo de legislatura es claro en materia de política lingüística, es en lo que trabajan y lo que van a cumplir.
En este momento se ha abierto un nuevo escenario en el que están trabajando de manea interdepartamental para aprobar una norma con «plena solidez y garantía jurídica» que saque al euskara del debate político.
La presidenta ha remarcado que el objetivo es optar por el escenario que «genere más incertidumbre y seguridad jurídica», que logre el mayor consenso y se ajuste a la realidad sociolingüística.
«Vamos a ser ágiles, pero lo más importante es el rigor y la seguridad jurídica», ha añadido para concluir que van a buen ritmo tratarán de tener un texto normativo en el plazo de un mes.