Mikel ZUBIMENDI

Joe Biden sigue ganando y deja a Sanders ante el principio del fin

Los resultados del «mini supermartes» afianzan aún más la ventaja de Joe Biden sobre Bernie Sanders y lo sitúan como claro favorito para ganar la nominación demócrata y enfrentarse a Donald Trump en las elecciones de noviembre. Percibido como más «elegible» y mejor candidato para batir a Trump, por encima de las ideas y propuestas, Biden no para de ganar y deja muy tocado a Sanders que tendrá que obrar un milagro para revertir la tendencia.

Aún no ha ganado oficialmente su nominación, pero cada día parece más cierta y cercana. Joe Biden cosechó en el llamado «mini supermartes» –la cita de las primarias en la que votan Michigan, Misuri, Mississippi, Idaho, Dakota del Norte y el estado de Washington– victorias incontestables, con márgenes estratosféricos de voto. Ganó en cuatro de los seis estados y muy particularmente en Michigan, que repartía el premio gordo de la jornada. Dakota del Norte y Washington, aunque aún sin resultados oficiales finales, cayeron del lado de Sanders por un estrecho margen. Biden aumenta así considerablemente su ventaja en número de delegados sobre un Sanders que sale muy tocado y empieza ya a ser considerado como amortizado.

Cierto es que las encuestas indican que las ideas que Sanders ha popularizado durante esta campaña, como la sanidad pública y universal, la subida del salario mínimo o los cambios sistémicos en la economía, son apoyadas por unas bases demócratas que luego no votan al que las propone. Está primando más esa cualidad tan esquiva de la «elegibilidad» sobre las posiciones políticas y los valores compartidos. Y los votantes –y los «expertos» y las casas de apuestas– parecen haber identificado ya a Biden como el mejor candidato para batir a Trump.

Guiños de Biden

Percibido por el establishment y los grandes medios como «radical» y «extremista», aunque sus ideas puedan ser populares, como candidato Sanders lo tiene cada día más difícil para que sus cálculos funcionen. El domingo se verán los dos candidatos cara a cara en un debate televisivo, pero con los actos de campaña suspendidos por el coronavirus y los próximos cuatro estados en votar habiendo sido ganados por Hillary Clinton en 2016, todo indica que el sueño de la nominación puede estar escapándose para Sanders.

Biden, consciente de que no podrá ganar a Trump sin el apoyo de la joven y vibrante base que ha traído hasta a aquí a Sanders y de que convencerlos puede ser más difícil de lo previsto, ya ha empezado a hacerles guiños y animarles para que «la decencia, dignidad y el honor» vuelvan con él a la Casa Blanca.

 

Los jóvenes tuitean pero los mayores votan

Pasó en el referéndum de independencia de Escocia y ha vuelto a pasar en Michigan en el «mini supermartes». Este estado post-industrial situado en el «cinturón de hierro» del Medio Oeste, que en 2016 optó por Donald Trump y es considerado vital para cualquiera que aspire a la Casa Blanca, repartía el premio gordo de la jornada en número de delegados.

Sanders lo apostó todo, en términos de dinero y aparato, a Michigan. Creía que un inesperado aumento de la participación de los jóvenes y los trabajadores blancos de «cuello azul» sin estudios superiores sería suficiente para batir a Biden. Calculó que movilizando al máximo a esos dos sectores era factible dar la sorpresa.

Los resultados muestran una incómoda conclusión: Sanders tiene un apoyo masivo entre los jóvenes, sí, pero Biden dispone de un apoyo de igual escala o mayor entre los afroamericanos, las mujeres y las personas mayores. Dicho con cierto sarcasmo, los jóvenes tuitean más, son más activos en redes sociales, pero los mayores votan en mayor número y dan las victorias.GARA