Dabid Lazkanoiturburu

El rival de Netanyahu intentará formar gobierno en Israel

El dirigente centrista Benny Gantz, rival del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha recibido de manos del presidente israelí el mandato para intentar formar gobierno. Una tarea difícil por la fragilidad de sus heterogéneos apoyos, y por las dudas en el seno de su coalición por la necesidad de contar con los votos de la lista palestina. Israel vive una grave crisis política a la que se añaden las consecuencias de la pandemia del coronavirus, lo que podría beneficiar a Netanyahu.

 El líder de la coalición Azul y Blanco y general israeli, Benny Gantz. (Ahmad GHARABLI-AFP)
El líder de la coalición Azul y Blanco y general israeli, Benny Gantz. (Ahmad GHARABLI-AFP)

El presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha encargado la formación de gobierno al líder de la alianza centrista Azul y Blanco, tras recibir la recomendación de una mayoría ajustada de diputados (61 de 120).

Después de un intenso fin de semana de consultas del jefe del Estado con los representantes de los partidos con diputados en la Knesset (Parlamento), que se hicieron en directo, Gantz obtuvo la promesa de apoyo de tres legisladores más que el primer ministro en funciones y líder del derechista Likud, Benjamín Netanyahu, tras lo cual Rivlin ha otorgado a su rival el mandato presidencial para la formación de un ejecutivo.

La decisión supone un duro golpe para el primer ministro, el más longevo en la historia del país. Pero no supone forzosamente el final del reinado de «Bibi», todo un superviviente político.

Y es que el presidente Rivlin convocó a Netanyahu y a Gantz a una reunión en la noche del domingo en su residencia, para intentar, una vez más, lograr que los líderes de las dos facciones más votadas formen «cuanto antes» un gobierno de unidad, algo que el líder de Azul y Blanco rechaza en tanto que se niega a gobernar con el primer ministro mientras esté enjuiciado por corrupción.

Sus respectivas formaciones aseguraron en un comunicado conjunto que prosiguen las discusiones.

En los últimos días, ante el aumento de contagios de coronavirus en Israel y implementación de severas restricciones, Netanyahu ha llamado al establecimiento de un «gobierno de emergencia nacional» de carácter temporal y formado por todos los partidos de la Kneset pero dejando fuera a la coalición palestina Lista Unida, pero Gantz exige que todos los partidos estén representados.

Una coalición de grupos antagónicos

El voto de la Lista Unida, coalición de grupos palestinos de la minoría árabe y cuyos 15 diputados recomendaron a Gantz; y del ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar, encabezado por Avigdor Lieberman y con 7 escaños, han resultado decisivos para que el líder centrista tenga, en principio, el favor de más de la mitad de la Cámara.

A estos se unen los 33 diputados de Azul y Blanco y 6 de la alianza de centroizquierda Laborismo-Guesher-Meretz (tiene siete pero rechazó apoyar una de sus diputadas).

El apoyo de estas formaciones, con posiciones antagónicas entre sí en muchas materias, no garantiza sin embargo, que Gantz pueda establecer una coalición de gobierno.

Una de sus opciones es montar un ejecutivo en minoría, junto con Israel Nuestro Hogar y la alianza de centroizquierda Laborismo-Guesher-Meretz, con el apoyo externo de la Lista Unida.

Rebelión interna

Pero ante la negativa de algunos miembros de su propio partido de formar parte de tal coalición, ese escenario parece poco factible, y Gantz podría verse obligado a negociar ya sea con el Likud de Netanyahu o con los partidos ultraortodoxos o ultraderechistas para buscar más apoyos.

La propia Alianza Azul y Blanco es una amalgama heterogénea en la que Gantz comparte liderazgo con los también generales Moshe Yaalon y Gaby Askenazi, sin olvidar al popular presentador de televisión Yair Lapid.

Este último, confundador de la coalición, ha insistido en que no habrá entendimiento alguno con la Lista Conjunta. «Votarán una vez en favor de Gantz como primer ministro y será la última», ha sentenciado.

Dos diputados de la coalición han ido más allá y amenazan con votar en contra porque no comparten la formación de un gobierno en minoría con el apoyo de la lista árabe.

Esta última, una coalición de cuatro partidos palestinos –que oscilan desde la izquierda laica al islamismo– no está precisamente entusiasmada para dar su apoyo a una coalición liderada por militares sionistas de alto rango. Israel lleva un año de bloqueo político, tras tres elecciones que no han permitido que ninguno de los bloques de partidos habituales alcanzara la mayoría simple. Una cuarta convocatoria electoral podría resultar inasumible para el sistema.

Tras recibir hoy lunes el mandato para la formación de un ejecutivo, Gantz contará con un plazo de 28 días para lograrlo, con la posibilidad de que el presidente le otorgue una extensión de 14 días más.

Hoy mismo está previsto que los 120 diputados tomen posesión de sus escaños. Lo harán de tres en tres y en ningún momento habrá más de 10 personas en el mismo tiempo en el salón plenario.

El presidente Rivlin tiene previsto pronunciar su discurso en un hemiciclo casi desierto, en presencia tan solo de Gantz, Netanyahu y del presidente del Parlamento, Yuli Edelstein.