Ibai AZPARREN

Mercairuña garantiza la continuidad del abastecimiento de productos frescos

Mercairuña alberga diferentes empresas dedicadas a la comercialización de frutas y verduras frescas. La afluencia de camiones ha sido normal pese al Covid-19, y tanto los trabajadores como mayoristas aseguran que el abastecimiento «está garantizado».

Imagen de Mecairuña. (@ibaiazparren)
Imagen de Mecairuña. (@ibaiazparren)

Son las diez de la mañana del lunes y los trabajadores de Mercairuña desean que termine el turno para volver a sus casas. Las principales tiendas de alimentos han realizado las compras correspondientes y el trabajo ya está hecho.

Protegidos por mascarillas y guantes, realizan las últimas gestiones antes de bajar la persiana de los escaparates. Durante la noche, la afluencia de camiones que provienen desde Nafarroa y de diferentes puntos del Estado «ha sido normal», comenta Jorge, trabajador de uno de los puestos de frutas y verduras.

«Pensaba que la cafetería iba a estar abierta y no me he traído almuerzo», lamenta. El bar es el único local de este mercado mayorista desde donde se facilita la logística de productos perecederos que ha echado el cierre. Todo lo demás sigue abierto. Mañana, como cada martes, el pescado fresco estará también disponible.

En el puesto de Jorge son catorce trabajadores, y han recibido la indicación de trabajar siete cada semana a causa del coronavirus. «A todo se hace uno», añade.

Pablo, camionero de València que viene tres días a la semana a Nafarroa, remarca que «el único producto que falta es la patata lavada», pero matiza que «si hoy no hay, habrá mañana», porque el suministro de alimentos «está garantizado». Sin embargo, explica que «en veinte años de profesión no ha visto nada igual: el mundo se está volviendo loco».

Los últimos camionas cargan la mercancía y los trabajadores realizan labores de limpieza, apartando las últimas cebollas y naranjas caídas durante el transporte. Jesús Zudaire, administrativo de la empresa Iruña Frutas y Verduras S.L., reparte mascarillas entre los empleados.

«A corto plazo no va a haber problemas, pero a largo plazo es una incógnita. El problema no es que no haya producto, sino que falte personal. Si antes nos llegaban mil cajas desde Barcelona, ahora llegan 200», apunta. Sin embargo, asegura que el abastecimiento del 95% de los productos está asegurado, incluídas las manzanas que provienen del norte de Italia.

Muchas tiendas están cerrando temporalmente y eso le preocupa, como también que alguien se contagie y ello les obligue a clausurar.

Papel higiénico, legumbre y huevos

Fuera, la ITV del Polígono Agustinos permanece vacía y los trabajadores se quitan la mascarilla para apurar el cigarro en corros pequeños, guardando la distancia de seguridad. No hay clientes.

Los pocos coches que circulan por la carretera se dirigen al Eroski. El aforo se ha limitado a 1.100 personas pero Pili, cajera, asegura que «para ser lunes hay más gente de lo habitual». El viernes se congregaron más de 3.000 personas en un brote de histeria colectiva.

«El papel higiénico se agota en minutos, también las legumbres y los huevos», detalla, y añade que «la gente compra más de lo que debe». Varias estanterías están despejadas e incluso se agotan los pañuelos de papel.

«Los productos se agotan pero al día siguiente se vuelven a reponer, no entiendo está locura», añade Merche, empleada de Eroski. Asegura que les han facilitado guantes y mascarilla.

En la farmacia, no hay mascarillas, tampoco guantes ni desinfectantes. Se ha agotado incluso el alcohol, y tampoco parece que vaya a haber durante las próximas semanas.