La alarma ha saltado hoy cuando el Ministerio de Sanidad de Gaza ha confirmado los dos primeros infectados por el Covid-19, que habían regresado de Pakistán. «El grave estado de la infraestructura civil básica y los servicios esenciales, inadecuados incluso en tiempos normales, ahora representa una amenaza para la vida humana», ha alertado la ONG Gisha tras conocer los positivos.
Estas dos personas han sido puestas en cuarentena en un hospital de campaña en el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, para evitar la propagación del virus dentro del superpoblado enclave.
Más de dos millones de personas residen en la Franja de Gaza, donde «la mayor parte del agua del grifo no es apta para el consumo y la electricidad solo está disponible de manera intermitente», ha denunciado Gisha, que considera la política de bloqueo impuesta por Israel «el principal factor».
Hasta hoy, Gaza era el único punto de Oriente Medio sin casos de coronavirus, mientras las organizaciones internacionales que trabajan en la franja alertaban de que el deteriorado y sobrecargado sistema sanitario no podrá hacer frente a un contagio masivo.
Israel impuso en 2007 un estricto bloqueo de bienes y personas, que impiden la entrada de materiales denominados de doble uso y que Israel considera que pueden ser utilizados para desarrollo de armamento, lo que incluye equipos médicos y materias primas.
«Israel debe rescindir las limitaciones existentes sobre la salida de bienes de la franja y permitir la entrada de todos los artículos necesarios para las autoridades locales», ha afirmado hoy la ONG, que también ha solicitado protección para los residentes palestinos que viven bajo ocupación en Cisjordania, área separada geográficamente de Gaza y afectada por la presencia militar israelí.
El primer ministro de la ANP, Mohamed Shtayeh, ha endurecido hoy las medidas preventivas y ha extendido el confinamiento total a todo el territorio de Cisjordania, donde hasta el momento se han contabilizado 59 casos de la enfermedad, de los que 17 se han recuperado.