El Consejo de Ministros ha aprobado que los trabajadores de las actividades no esenciales no puedan ir a su trabajo entre el 30 de marzo, y el 9 de abril, ambos inclusive, para frenar la propagación del COVID-19. La medida se toma mediante un «permiso retribuido recuperable», por lo que los trabajadores no perderán su salario, pero tendrán que «recuperar horas» tras el Estado de Alarma, antes del 31 de diciembre.
Entre los trabajadores que continuarán trabajando se encuentra todo el personal sanitario, el Ejército, las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, el personal de cuidado de personas vulnerables y los trabajadores en el sector de logística de compras, ha especificado la ministra de Hacienda María Jesús Montero, junto a los fabricantes de productos farmacéuticos y material sanitario. Es previsible que también sigan trabajando los trabajadores de Correos, telecomunicaciones y servicios privados de seguridad, así como los empleados de los sectores de distribución de alimentos o química.
La portavoz del Gobierno ha detallado que permanecerá «tal cual» la situación de los trabajadores que no requerían presencia física, establecido en el decreto-ley del Estado de Alarma, al tiempo que ha indicado que en la práctica totalidad de las administraciones se han desarrollado medidas para que en la medida de lo posible los funcionarios puedan desarrollar su trabajo desde su domicilio y reducir la transmisibilidad.
Además, ha indicado que continuarán operativas determinados fabricantes en el sector industrial «imprescindibles» para elaborar material necesario, como el de la moda para fabricar batas o mascarillas, la industria del alcohol y química para producir geles desinfectantes, o los sectores del automóvil y la aeronáutica, para fabricar componentes de respiración asistida.
El permiso retribuido recuperable que el Gobierno ha aprobado este domingo para confinar dos semanas a los trabajadores de actividades no esenciales no afectará a las personas que se encuentren trabajando a distancia, teletrabajando ni a los trabajadores incluidos en ERTEs de suspensión de contratos.
Tampoco podrán acogerse a él los trabajadores que estén de baja por incapacidad temporal (IT) o por maternidad y/o paternidad, a los excluidos por el decreto de estado de alarma y a los trabajadores considerados esenciales, como el personal sanitario o los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, según han explicado las ministras de Hacienda y de Trabajo, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario que ha aprobado la paralización de las actividades no esenciales desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril.
Por otro lado, los trabajadores incluidos en ERTEs de reducción de jornada tendrán que quedarse en casa la dos próximas semanas, pero a través de este permiso retribuido recibirán la parte proporcional correspondiente a las horas que debían prestar, que también deberán recuperar más adelante, ha precisado Díaz, que ha indicado que este permiso ha sido «consultado» a sindicatos y empresarios.
Asimismo, Díaz ha explicado que serán trabajadores y empresarios los que decidirán, en la negociación colectiva, cómo se devuelven estas horas no trabajadas, y ha advertido de que en esta devolución deberán respetarse los «descansos de jornada diarios» y los «descansos semanales» y ser compatible con los «derechos de conciliación».
«Nadie pierde derechos»
La ministra Díaz ha subrayado que el Gobierno ha puesto «el interés general» por encima de los «intereses particulares» y ha advertido de que el Ejecutivo «no va a aceptar presiones de ningún tipo en orden a alterar este confinamiento». «Nadie pierde derechos, ni empresas ni trabajadores», ha resaltado.
Díaz ha negado que estas medidas de suspensión de actividades no esenciales supongan «vacaciones obligatorias» y ha indicado que sólo se trata de ochos días laborables si se restan los festivos de Semana Santa.
Preguntada por si las empresas podrán seguir presentando ERTEs durante las próximas dos semanas, Díaz ha señalado que sí podrán. No obstante, al estar obligados los trabajadores de actividades no esenciales a quedarse en casa hasta el 9 de abril, algunas empresas no podrán recurrir a ERTEs, al menos mientras dure la suspensión de estas actividades.
Las nuevas medidas «extraordinarias, de envergadura y de gran calado» buscan reducir «al mínimo» la expansión del virus y la movilidad al nivel que se registra un domingo del Estado de Alarma, ha remachado la portavoz del Gobierno María Jesús Montero.