Arteche es una de la empresas más importantes en la comarca de Uribe Butroe. Cuenta con medio millar de empleados, en su mayoría de los pueblos de alrededor de Mungia. Llevaban trabajando con los protocolos de prevención del coronavirus desde mediados de marzo para evitar los contagios en el puesto de trabajo.
Pese al decreto del Gobierno español del fin de semana, Arteche decidió mantener la producción alegando que su actividad era esencial ya que suministraba a empresas eléctricas. Sin embargo, tras dos jornadas ha tenido que cerrar la planta al confirmarse un positivo. Se trata de la coordinadora de riesgos laborales, que también ha ejercido de enfermera de la empresa. Atendía a la plantilla, por lo que todos los trabajadores han sido enviados a casa y se encuentran en cuarentena.
Desde el sindicato LAB critican con dureza la actuación del Grupo Arteche. «No es de recibo lo que han hecho, al poner el dinero por encima de la salud», denuncia Iratxe Azkue, responsable de Industria del sindicato abertzale en Bizkaia.
Asimismo, señalan que desde la empresa han transmitido a los trabajadores que deberán recuperar las horas. No está claro si pretende aplicar ahora el permiso retribuido recuperable a los empleados. Desde el sindicato LAB dejan claro que al igual que la trabajadora que ha dado positivo, los que se encuentran en cuarentena deben coger la baja y que debería considerarse como accidente laboral, en base a la legislación.
Para enredar algo más la situación parece ser que la empresa ha adquirido 400 test de coronavirus para hacer las pruebas a los trabajadores. Una actuación que llama la atención cuando desde la administración pública se están encontrando con dificultades para realizar más test a la población.