El Colegio de Médicos de Bizkaia solicita en un comunicado que «por su propia seguridad y la de las personas pacientes, las médicas y los médicos, así como otros colectivos sanitarios, no se incorporen a sus puestos de trabajo si han estado de baja laboral por COVID-19 hasta tener la plena seguridad de haber agotado todas las posibilidades de verificación de que el resultado sobre la presencia del virus en su organismo es negativo».
Recuerda que el 3 de abril, «Osakidetza hizo pública una modificación del protocolo para las condiciones de alta de los trabajadores del Servicio Vasco de Salud afectados por la COVID-19 por medio de la cual se ha determinado que, a pesar de dar positivo en la segunda PCR, deben incorporarse a trabajar».
Los médicos vizcaínos rechazan el argumento dado por la consejera de Salud, Nekane Murga, que señaló que los afectados dan positivo en la segunda PCR porque el material genético del virus, en forma de fracciones virales no infecciosas, es capaz de mantenerse durante semanas en su organismo a pesar de estar curadas.
Para el Colegio de Médicos de Bizkaia «esta justificación, que quizá pudiera ser aceptable para otros colectivos, no lo es en el caso de las médicas y los médicos y el resto del personal sanitario, debido a las características de su actividad profesional y su ámbito de actuación».
No consta que se haga test a todo el personal sanitario
También el Colegio de Médicos de Bizkaia muestra su malestar ante las informaciones que apuntan a la realización de test a la mayoría del personal sanitario: «No nos consta que esas pruebas se estén realizando de forma generalizada entre el colectivo médico».
Por eso los médicos vizcainos recuerdan que su trabajo «obliga a tener proximidad y contacto con las personas pacientes. El contagio paciente-médico o médica es arriesgado y elevado como lo demuestra el porcentaje de sanitarias y sanitarios afectados comprobados. ¿Y quienes no presentan síntomas? Consideramos fundamental identificar fehacientemente a los profesionales que pudieran estar infectados para evitar convertirse en focos de contagio para las personas pacientes y para sus familias».