Gran Bretaña podría ser el estado europeo con más muertes por el nuevo coronavirus, que se sitúan ya en 9.875 –incluyendo las del norte de Irlanda–, según ha advertido este domingo el científico Jeremy Farrar, miembro del equipo asesor del Gobierno de Boris Johnson, que este domingo ha recibido el alta hospitalaria.

En declaraciones a la BBC, Farrar ha constatado que «las cifras en el Reino Unido han continuado aumentando» y ha añadido que «es probable» que sea «uno de los más afectados, o el que más» por la epidemia en toda Europa, por delante incluso del Estado español, Italia y el Estado francés.

A fecha de hoy, todavía la cifra de fallecidos británica están lejos de las de esos estados: 19.468 para Italia; 16.972 para el Estado español; y 13.832 para el Estado francés.

En cuanto a personas contagiadas, Londres ha contabilizado 78.991; Madrid, 166.019; Roma, 152.271; y París, 129.654.

Elogios para Berlín

El director del centro de investigación médica Wellcome Trust ha alabado la labor de análisis para detectar casos de contagio realizada en Alemania, que ha permitido al Gobierno de Angela Merkel limitar el número de muertes a menos de 3.000 por el momento y preparar a tiempo a los hospitales.

El Ejecutivo británico ha prometido realizar 100.000 tests diarios para finales de abril, pero afronta críticas por la lentitud de su gestión.

En el programa de Andrew Marr de BBC1, Farrar ha indicado que es «seguramente inevitable» que haya un segundo y hasta un tercer brote del virus. Opina que «la única salida» a la pandemia es una vacuna o un tratamiento para la enfermedad.

Minorías étnicas

El miembro del Grupo Científico Asesor para Emergencias (SAGE, en inglés) ha admitido también que hay indicios de que en Europa, incluida Gran Bretaña, así como en Estados Unidos las personas de raza negra y otras minorías étnicas se están viendo más afectadas por el Covid-19.

Farrar ha dicho que «es clave» averiguar si el mayor número de hospitalizados de minorías étnicas, respecto a su proporción dentro de la población, se debe a razones específicas de esas minorías o a otros factores de riesgo como edad, hábitos o patologías existentes, que a su vez podrían deberse al contexto socioeconómico.

La oposición laborista ha pedido al Gobierno conservador investigar esa mayor incidencia, también entre el personal sanitario, después de que el Centro Nacional de Investigación y Auditoría de Cuidados Intensivos (ICNARC) revelara que un 34% de los ingresados críticos son de minorías étnicas, aunque solo representan en torno a un 14% de la población británica.