En un discurso televisado, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha avanzado que el confinamiento en el Estado francés se prolongará hasta el próximo 11 de mayo.

Desde esa fecha, ha indicado el presidente francés, comenzará una apertura progresiva de guarderías, escuelas, centros de secundaria e institutos, pero la educación superior, «no antes del verano».

«Demasiados niños, especialmente en barrios de clases populares, en el campo, se ven privados de la escuela al no tener acceso a tecnología digital», ha explicado el presidente, adelantando que «el Gobierno tendrá que organizar reglas especiales, organizar el tiempo y el espacio de manera diferente, proteger bien a nuestros maestros y a nuestros niños con el equipo necesario».

En cambio, restaurantes, cafeterías y hoteles seguirán clausurados y no habrá festivales al menos antes de mediados de julio.

«No es razonable»

Francette Popineau, secretaria general del Snuipp-FSU, el primer sindicato en la enseñanza primaria, ha criticado una medida que ha calificado de «cualquier cosa menos seria» porque nos dice que todos los lugares públicos están cerrados, cines, salas de espectáculos, pero no las escuelas aunque se sabe que es un lugar de alta transmisión, de alta contaminación».

«Los niños van a estar juntos en la escuela, sin gestos de barrera posibles y luego irán a sus casas, con sus familias y sus abuelos, no parece razonable».

Tests a cualquier persona con síntomas

Además, cuando el 11 de mayo se levante el confinamiento «podremos evaluar a cualquier persona con síntomas» para poner en cuarentena a los enfermos, ha asegurado Macron.

«No vamos a examinar a todas las francesas y a todos los franceses, no tendría sentido. Pero cualquier persona con un síntoma debe poder hacerse la prueba. Las personas con el virus podrán ser puestas en cuarentena, cuidadas y seguidas por un médico», ha añadido el jefe de estado.

Así mismo, desde esa fecha, en colaboración con los ayuntamientos, «el Estado tendrá que permitir que cada francés disponga de una mascarilla para protegerse del coronavirus», ha indicado.

«Para las profesiones más expuestas y para ciertas situaciones, como en el transporte público, su uso podría volverse sistemático», ha afirmado Macron.

Ayudas a familias

Macron ha indicado que «la epidemia comienza a disminuir» y «la esperanza renace», aunque ha admitido que el Estado francés «obviamente, no está preparado» para esta crisis. «Nos quedamos sin batas, guantes, gel... No pudimos distribuir tantas mascarillas como nos hubiera gustado», ha señalado admitiendo las críticas que recibe el Gobierno francés de la opinión pública.

«He visto fallos, aún demasiada lentitud, procedimientos innecesarios, debilidades en nuestra logística», ha reconocido. Según los datos de este lun es, la epidemia de coronavirus ha matado a 14.967 personas en el Estado francés, 574 más desde el domingo.

El presidente francés ha pedido también al Gobierno que «conceda sin demora una ayuda excepcional a las familias más modestas con niños «para permitirles hacer frente a sus necesidades esenciales».

Refundar Europa y anular la deuda a África

Por otra parte, Macron ha señalado que Europa ha dado los primeros pasos «en la buena dirección» pero ha apelado a la solidaridad, subrayando que «estamos en un momento de la verdad que impone más ambición, más audacia, un momento de refundación».

A la vez, ha reclamado que Europa y el Estado francés ayude a África a luchar contra la pandemia «anulando masivamente su deuda».

«Sepamos reinventarnos, yo el primero», ha concluido su discurso el presidente francés.