Los 1.300 millones de habitantes de la India continuarán confinados hasta el 3 de mayo para frenar el coronavirus. Así lo ha anunciado este martes el primer ministro, Narendra Modi, que ha indicado que «todo el mundo ha sugerido que el confinamiento debería ser extendido, y algunos estados ya lo han hecho».
Se trata de una extensión que podrá ser relajada en los próximos días, aunque con condiciones, ha explicado el primer ministro, que ha comenzado su discurso enmascarado con una bufanda blanca. «Podrá ser relajado en algunas áreas tras estudiar su situación, aunque esta relajación será condicional. Si se detecta un solo caso, la autorización para esas distensiones será retirada».
El primer ministro ha hecho referencia también a las dificultades económicas que está experimentando el país a causa del estricto confinamiento, especialmente debido a la interrupción de las cadenas de suministro. «La cosecha de los cultivos de primavera está en curso, el Gobierno central y los estatales están trabajando juntos para asegurar que los agricultores se enfrentan a un mínimo de problemas», ha explicado.
Modi no ha detallado cómo será esta relajación del estricto confinamiento, que ha afectado especialmente a millones de jornaleros migrantes que vieron desaparecer de un plumazo los trabajos de los que dependían para su sustento diario.
El mandatario ha señalado que las nuevas reglas del confinamiento, que serán reveladas con posterioridad, se han hecho «teniendo en cuenta los intereses de los pobres y los jornaleros».
La India impuso en un principio un estricto confinamiento de sus 1.300 millones de habitantes por un período de 21 días, que comenzó el 25 de marzo, cuando el país asiático contaba con a penas 500 casos confirmados de coronavirus. A día de hoy, los casos alcanzan los 10.363 y 339 muertes.