![La alianza está conformada por cuatro centros de investigación y doce tecnológicos. (@GAIKER_BRTA)](/media/asset_publics/resources/000/696/224/article_main_landscape/baiter.jpg)
Basque Research and Technology Alliance (BRTA) integra a cuatro centros de investigación: CIC BioGUNE, CIC NanoGUNE, CIC BiomaGUNE y CIC EnergiGUNE y a doce centros tecnológicos: Azterlan, Azti, Ceit, Cidetec, Gaiker, Ideko, Ikerlan, Lortek, Neiker, Tecnalia, Tekniker y Vicometch.
Este grupo investigador trabaja en el desarrollo de soluciones tecnológicas avanzadas para el tejido empresarial con el apoyo del Gobierno de Lakua, el Grupo SPRI y las diputaciones forales.
Según explica BRTA en una nota de prensa, ante la actual situación de «alerta sanitaria», una parte de sus esfuerzos se ha dirigido a combatir la pandemia, tras «detectar las principales necesidades» generadas por el virus en el ámbito sanitario.
Con este fin «han creado sinergias y han impulsado la colaboración en la actividad científica e investigadora de los diferentes agentes», explica el director de BRTA, Rikardo Bueno.
De esta manera, en el campo de las pruebas analíticas, los miembros de la alianza están participando en el desarrollo de un test fácil, rápido y económico para detectar la presencia del coronavirus, aunque también están perfilando la puesta en marcha de pruebas mediante PCR a tiempo real.
Asimismo, también investigan medicamentos para la prevención y tratamiento de la enfermedad, que se encuentran en fase de ensayo clínico.
Entre otros desarrollos, BRTA está llevando a cabo igualmente diversas acciones de apoyo a la industria para la fabricación de respiradores y para solventar los problemas de suministro de algunas piezas.
En el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, la alianza desarrolla un proyecto para crear una aplicación tecnológica basada en analítica de datos e inteligencia artificial con el fin de que, tanto las empresas como las instituciones, puedan gestionar la reactivación de las actividades laborales presenciales tras el fin del confinamiento «de forma segura y maximizando la protección de las personas».
Además, algunos centros han cedido parte de sus instalaciones y equipos para «apoyar a la red sanitaria vasca», mientras que en el campo de la seguridad alimentaria, la alianza colabora en la definición «de una estrategia basada en la metodología de análisis de riesgos e identificación de acciones prioritarias para garantizar el suministro alimentario».
Igualmente, realiza un seguimiento diario de evolución de los precios de los productos básicos con el objetivo de estimar el impacto económico de la crisis en los principales sectores productivos de alimentos de la CAV y poder hacer recomendaciones sobre las medidas más adecuadas para paliar el impacto, entre otros proyectos.
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