La situación más grave ha ocurrido en Irán, donde más de 1.000 personas resultaron intoxicadas tras beber alcohol industrial. De ellas, 200 murieron por creer que así evitarían contagiarse con el virus, una información falsa que habían visto en las redes sociales.
También en Turquía murieron veinte personas en circunstancias parecidas y otras 17 en una región apartada de Perú, donde los asistentes a un funeral tomaron licor adulterado creyendo que así se protegían del coronavirus, una falsedad que también había llegado a sus oídos.
«El miedo y la desinformación han generado el peligroso mito de que consumir alcohol de alta graduación puede matar el Covid-19, lo que no es cierto», ha aseverado la OMS.
Ha explicado que el consumo de cualquier tipo de alcohol representa un riesgo para la salud, pero que si se trata de etanol, particularmente si ha sido adulterado con metanol, entonces la consecuencia para la salud puede ser muy grave y se puede llegar a morir.
Más allá del alcohol adulterado, la OMS ha recordado que el consumo de este producto está asociado a una amplia gama de enfermedades crónicas y desórdenes mentales.
Asimismo, compromete el sistema inmunológico, que es el que está llamado a reaccionar ante el virus si éste entra en el organismo.
Por ello, los expertos consideran que la gente debe reducir totalmente o al mínimo la ingesta de alcohol, particularmente en este periodo de pandemia.
«El alcohol es una sustancia psicoactiva asociada a desórdenes mentales. La gente en situación de riesgo o con problemas de consumo son muy vulnerables, especialmente cuando están aisladas», ha recordado la OMS.
Por otra parte, la organización se muestra a favor de que los gobiernos consideren limitar el acceso al alcohol de las poblaciones, sobre todo mientras duran las medidas de cuarentena.