Beñat ZALDUA
DONOSTIA

Un recuento más fiable eleva la cifra de fallecidos en Nafarroa un 30%

Un cambio en el recuento de Nafarroa y otro en Catalunya recordaron ayer la precariedad de las cifras con las que tratamos de acercarnos al impacto real del coronavirus. En la CAV, no consta que se haya cambiado la fórmula de recuento, mientras que en Bizkaia justo se conocieron ayer las cifras de fallecidos en residencias: un mínimo de 157.

Nafarroa dio ayer un salto en la radiografía diaria ofrecida sobre la evolución del coronavirus, incluyendo por primera vez en el saldo total de fallecidos a aquellas personas muertas en residencias y con un test PCR positivo. Como resultado, de los 252 fallecidos que se reportaban el miércoles, ayer se paso a 340. No es que las cosas estén peor, es que ahora sabemos mejor cómo están. 261 han muerto en hospitales –nueve más que la víspera–, y 79 en ámbitos no hospitalarios, se entiende que mayormente residencias –son 15 más que el miércoles–.

Hasta ahora se realizaban dos conteos: el de Salud, que enumeraba los muertos en hospitales, y el de Derechos Sociales, que contaba las bajas en residencias y otros ámbitos. La cifra que oficialmente se transmitía diariamente era la primera. Los fallecidos en las residencias solo eran incluidos si morían en el hospital, lo que a su vez hacía que algunos decesos se contaran en ambas listas. El Gobierno de Nafarroa cruzó ayer ambos recuentos y ofreció, por primera vez, una cifra unificada que eleva un 30% la cifra total de muertos con coronavirus.

¿Son estos 340 los fallecidos realmente por coronavirus? Probablemente, no. El mismo miércoles, la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, señaló que, de los 457 fallecidos en residencias desde el 8 de marzo, 138 habían dado positivo en la prueba de PCR. Sin embargo, otras 155 presentaban «síntomas compatibles con el Covid-19», pero al no hacérseles el test, no forman parte de las estadísticas. Aunque más fiel, las cifras de Nafarroa siguen siendo, por tanto, una aproximación.

Quien se intentó acercar todavía más, aunque quién sabe si pasándose de frenada, fue Catalunya, que a los 3.855 decesos registrados en sus hospitales, ayer sumó la información complementaria recibida a través de las funerarias, arrojando un saldo total de 7.097 fallecidos. Eso sí, no todos son casos confirmados con test. Sobre la particular vía que Catalunya ha seguido durante la crisis, lean, páginas más adelante, a Marcel Pena.

En la CAV, no consta que se haya realizado cambio alguno en el recuento, por lo que cabe deducir que las cifras que ofrece el departamento de Salud se refieren solo a los decesos hospitalarios. Un indicio bastante elocuente: entre el 12 y el 14 de abril, las cifras de Salud reportaron cuatro decesos en Gipuzkoa. En las mismas 48 horas, sin embargo, la Diputación informó de 20 muertos en residencias.

Si el nuevo recuento arrojase resultados similares a los navarros, los 956 fallecidos en la CAV crecerían casi hasta los 1.250. Hego Euskal Herria superaría entonces los 1.600 decesos, pero para confirmar está cifra habrá que esperar a que Lakua se sume al nuevo recuento.

Cajón de debates pendientes

En este sentido, una de las cosas que ha puesto de manifiesto esta crisis es la disparidad de criterios y de fuentes de información en un país fragmentado. De Ipar Euskal Herria lo desconocemos prácticamente todo, Nafarroa y la CAV cuentan fallecidos y curados de formas diferentes, y dentro de esta última instancia, cada diputación da a conocer las cifras que le competen como quiere. Incluso dentro del Gobierno de Lakua aflora cierta descoordinación a la hora de ampliar la capacidad de hacer test e incorporar iniciativas científicas de base con las que no se parecía contar.

Otro elemento a introducir en el cajón de los debates pendientes es el de los mecanismos de ayuda rápida a autónomos y pymes, sobre todo en un contexto como el actual, en el que muchos sectores podrían recuperarse de modo más o menos sencillo siempre que se les ayude a superar el bache y a sobrevivir. Del esperpento de las ayudas de Lanbide escribe en la página siguiente Jon Ormazabal.

Pero si hay un tema, más allá del estrictamente sanitario, que la crisis del coronavirus ha puesto con crudeza encima de la mesa es el de las residencias, sin recursos para proteger a las principales víctimas de la crisis.

La Diputación de Bizkaia se dignó ayer por fin a dar los datos del herrialde: 157 fallecidos. En Araba son 121, en Gipuzkoa 125 y en Nafarroa 138. En total, 541 muertos con coronavirus confirmado en residencias de Hego Euskal Herria. Es un 42% de las muertes confirmadas, y un tercio de las estimadas con los cálculos referidos.

Mesa de los debates urgentes

Hay debates que, sin embargo, no pueden guardarse en un cajón. Uno de los que ha entrado con fuerza en la agenda es el del confinamiento de los menores. Superado el mes de confinamiento, el aire fresco empieza a ser un producto de primera necesidad. Francamente, no es fácil explicar que un trabajador pueda pasar ocho horas en una obra y que un menor no pueda bajar a dar dos vueltas a la manzana. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, vio huérfana la bandera y ayer la tomó. El debate seguirá vivo en los próximos días.

Hay razones epidemiológicas para mantener el confinamiento, y hay argumentos de salud mental para flexibilizarlo. Es un equilibrio con el que va a tocar convivir a partir de ahora, una negociación constante que difícilmente admitirá tutelas y paternalismos como los que sirvieron ayer al diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, para explicar la ocultación de datos. La sociedad necesita negociar consigo misma consensos que faciliten el tránsito a una nueva normalidad. La diputación permanente de hoy en Gasteiz, con mayorías trampeadas –lean a Iñaki Iriondo–, no parece el mejor foro.

Tampoco se atisban grandes soluciones en Madrid, donde más allá de la simpatía de Fernando Simón, las respuestas son cualquier cosa menos innovadoras: Ejército, Pactos de la Moncloa, Felipe González y José María Aznar. Mientras, el Gobierno anunció el miércoles que, sea como sea, la desescalada no será asimétrica. El estado más descentralizado de Europa, según la literatura al uso, es el único que, junto a Grecia, aplica las medidas de forma homogénea en todo su territorio.

 

EHUko testen zain, berriz ere behera egin du positiboen ehunekoak

Duela astebete aurkeztu zuten 55 euskal ikertzailek, horietako asko EHUkoak, Covid-19 birusa detektatzeko RT-PCR testa, osasun sistemari diagnostiko testen kopurua handitzea ahalbidetuko liokeena, OMEren gomendioari jarraituz. Badirudi ekimena Lakuako agendan sartu zela, eta asteazkenean bilera bat iragarri zuten ikertzaileekin, baina oraindik ez dago aurreikusitako datarik Osakidetzak egiten dituenen artean sartzeko.

Guztira, 45.033 test egin dira orain arte EAEn, eta positiboen ehunekoak beheranzko joerarekin jarraitzen du, asteazkenean egindako 2.971 probetatik %11k emaitza negatiboa izan zuten. Nafarroan portzentajea handiagoa da; asteazkenean egindako 318 testetatik 96k positibo eman zuten (%30).

Horrek ez du esan nahi zifrak EAEkoak baino askoz okerragoak direnik; izan ere, Lakuak PCR testak eta test azkarrak batzen ditu zerrenda bakarrean. Alemanian, adibidez, PCRak, fidagarrienak direnak, bakarrik zenbatzen dira, Nafarroan bezala. Hain zuzen, Europako ipar-erdialdeko herrialdeak azken astean egindako 360.139 testetatik %8,1ek emaitza positiboa izan zuten. Islandiak, aldiz, datuak bahetzen ditu testa egiten duten instantzien arabera. Azken egunetan, irla eskandinaviarrean egindako testen %4k baino ez dute positiboa ematen.Ibai AZPARREN