Dabid Lazkanoiturburu

Sangriento y confuso atentado en el cantón kurdo ocupado de Afrin

Los kurdos han desmentido la imputación por parte de Turquía del sangriento atentado con un camión de combustible que provocó 42 muertos en la capital del ocupado cantón de Afrin. El atentado coincide con luchas internas entre facciones rebeldes y yihadistas en Idleb.

El atentado tuvo lugar al lado de un mercado abarrotado.
El atentado tuvo lugar al lado de un mercado abarrotado.

Las milicias kurdas YPG y los portavoces de la Administración Autónoma de Rojava han desmentido relación alguna con la explosión de un camión de combustible en un mercado popular en Afrin, capital del enclave kurdo del norte de Siria ocupado por las tropas turcas, que provocó el martes 42 muertos.

El sangriento atentado tuvo lugar a una decena de metros de la sede de la administración local del cantón ocupado y cerca de un mercado en el quinto día del mes sagrado de Ramadán, cuando las familias acuden a comprar alimentos antes de la ruptura del ayuno diurno al atardecer.

El Ministerio de Defensa turco acusó a las milicias kurdas de esta «masacre» contra los civiles. La agencia de noticias turca Anadolu aseguró horas después  que «las fuerzas de seguridad en el sur de Turquía capturaron a un terrorista sospechoso y miembro del YPG», al que acusan de haber entregado el vehículo «cargado con bombas listo para explotar».

Ankara considera «terroristas» a las YPG y las vincula con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Las fuentes kurdas desmintieron relación alguna con el atentado y lo relacionaron con un plan para seguir forzando el éxodo de la población de Afrin.

El atentado coincide a su vez con el recrudecimiento de las luchas internas entre distintas facciones rebeldes sirias, y que en el caso de la vecina provincia de Idleb se ha convertido en una guerra abierta entre sectores yihadistas e islamistas por el control del enclave.

Lo que en su día fue el rebelde Ejército Sirio Libre (ESL) se ha convertido en una miríada de facciones, la mayoría islamistas, salmistas y/o yihadistas, que periódicamente pugnan entre sí por el control de los territorios que no han sido reconquistados por Damasco.

El pasado 31 de octubre, al menos diez personas murieron y otras treinta resultaron heridas, entre ellas varios menores, por la explosión de un coche-bomba en un mercado de verduras de Afrin.

El noroeste de Siria, desde el río Éufrates hasta el Mediterráneo, está bajo control de las tropas turcas desde que se hicieron con estos territorios en la operación 'Escudo del Éufrates' en 2016 y 'Rama de olivo' en 2018, cuando conquistaron el enclave kurdo de Afrín.

En 2019 Ankara también lanzó una operación militar en las áreas dominadas por los kurdos al este del Éufrates, pero tuvo que detener su ofensiva por la presión internacional y no pudo consolidar su control de todas las áreas fronterizas con Turquía.