En su discurso durante la presentación del Plan en el Ayuntamiento, ha asegurado que el mundo está afrontando «un momento histórico» y que conviene no perder «la perspectiva de la tragedia», que hace que a nivel estatal sean ya 26.070 las personas fallecidas, mientras que en Euskadi, han muerto 1.390 personas.
Por todo, según ha dicho, la ciudadanía exige, «más que nunca, responsabilidad», por lo que a su juicio se debe estar «a la altura de las circunstancias» y «no es momento ni de anunciar grandes planes mediáticos» ni para los «protagonismos políticos».
Según ha destacado, «debemos ser humildes», porque los vecinos exigen que «trabajemos juntos, dejando de lado las siglas, para poner en marcha de manera urgente medidas que nos permitan afrontar las graves consecuencias sociales y económicas de esta pandemia».
Viñals ha afirmado que ésta «es la única razón» por la que Elkarrekin Podemos apoya el Plan de Medidas presentado, porque, según ha dicho «son leales» con el Ayuntamiento y «sobre todo con la ciudadanía». «Lo hacemos por responsabilidad política y porque los bilbaínos vamos a necesitar todas las medidas o ayudas posibles», ha subrayad.
Trabajar juntos
Ha destacado, además, que esta situación «acaba de comenzar y que quizá lo más grave está por venir», al tiempo que ha dicho estar convencida de que la única manera de salir de esta crisis es «trabajando juntos y en la misma dirección».
No obstante, Viñals ha asegurado que el Plan de Medidas presentado este viernes es «solo un primer paso, un pequeño paso» y que todas son medidas que deben «implementarse de manera urgente», porque «no hay tiempo que perder», en la medida en que, según ha dicho, si algo se ha aprendido con esta pandemia «es la necesidad de adoptar decisiones rápidas por parte de los responsables públicos, porque lograr hacerlo, marca efectivamente la diferencia entre la vida o la muerte».
Viñals ha afirmado que este Plan de Medidas es «tan sólo el comienzo» y contempla una serie de medidas que deben implementarse con urgencia, para, «posteriormente y tras una evaluación más sosegada», pasar a adoptar acciones «más profundas», de carácter estructural, que motiven el cambio hacia un modelo de ciudad, «mucho más resiliente y sostenible».
En ese sentido, ha asegurado que, en definitiva, se ha de trabajar para que Bilbo salga adelante, «sin dejar a nadie atrás», y, por ello, es «básico no caminar solos y contar con el esfuerzo de todos los actores sociales de la ciudad».
«Todas las voces deben tener cabida, toda la ciudadanía debe poder incorporarse en este esfuerzo común», ha afirmado, para indicar, además, que organizaciones vecinales, empresariales, sindicatos, pymes, tercer sector y colectivos sociales «no son el problema, son la solución y, en consecuencia, deben ser los encargados de marcar el futuro de Bilbao».
Para ella, no es el momento de «grandes líderes, ni de cálculos conservadores», sino que ha llegado la hora «de las grandes decisiones». En ese sentido ha afirmado que si se trabaja de «forma organizada, con protocolos claros y estrategias bien definidas», se superará «sin ninguna duda esta situación».