Aritz Aduriz ha anunciado su retirada inminente como futbolista profesional por los continuos problemas en la cadera. En un comunicado difundido en las redes sociales, el ariete rojiblanco ha explicado que los médicos le han recomendado pasar por el quirófano «mañana mejor que pasado» para colocar una prótesis en la cadera.
«Ha llegado el momento. Muchas veces he mencionado que el fútbol te deja antes de que tú le abandones a él. Ayer mismo los médicos me recomendaron pasar por el quirófano, mañana mejor que pasado, para colocar una prótesis que reemplace mi cadera e intentar afrontar, al menos, con la mayor normalidad posible la vida diaria», comienza la carta de despedida del delantero del Athletic, acompañando la nota con una foto suya de "txiki" y un "Agur" al lado.
«Desgraciadamente mi cuerpo ha dicho basta. No puedo ayudar a mis compañeros como me gustaría y como se merecen. Así es también la vida de un deportista profesional. Simple, muy simple», continúa el adiós del donostiarra.
En todo caso, y en un gesto que le honra, Aduriz ha querido relativizar la importancia de la noticia argumentando que «desgraciadamente estamos viviendo situaciones mucho más graves y dolorosas; la pandemia que aún sufrimos nos ha dejado daños irreparables y tenemos que seguir combatiéndola entre todas y todos. Por lo tanto, no os preocupéis por mí, esto es solo una anécdota».
«Olvidémonos de los finales soñados, porque ya tendremos tiempo de despedirnos. Y sí, ha llegado la hora del adiós y así se acaba para mí este camino, inolvidable y maravilloso de principio a fin», termina la carta del goleador rojiblanco, rematando con un «eskerrik asko, bihotzez».
Números de récord
El adiós de Aduriz supone la retirada del máximo goleador del Athletic en el siglo XXI, tal y como ha recordado el club en sus canales de comunicación, y el sexto mejor goleador histórico del club, con 172 dianas, solo por detrás de mitos como Zarra (335), Bata (208), Dani (199), Gorostiza (196) e Iraragorri (179).
A esos 172 goles hay que sumar los 24 que marcó con el Mallorca, en 78 partidos oficiales, y otros 23 con el Valencia, en 84, que elevan los números del donostiarra en la elite hasta los 219 tantos en 569 encuentros.
Rematador como pocos, al donostiarra se le recordará por hitos como los cuatro goles que sirvieron a los leones para ganar la Supercopa de 2015 frente al Barcelona de Messi o los cinco tantos en San Mamés al Genk en partido de la Europa League.
El guipuzcoano se va con otros récords, como el de ser, junto a Leo Messi y Raúl González, uno de los tres únicos jugadores que ha marcado a 35 equipos en la Liga española, o el de formar parte del trío, con Messi y Sergio Ramos, que ha conseguido anotar en las últimas quince temporadas.
En competición europea, fue el máximo goleador de la Europa League las temporadas 2015-2016 y 2017-2018, y es el tercer realizador histórico de la competición junto a Radamel Falcao solo por detrás del sueco Henrik Larsson y el holandés Klass-Jan Huntelaar. Y el 3 de noviembre de 2015 se convirtió en el único jugador que ha conseguido anotar cinco goles en un partido de la segunda competición continental.
Carisma, dentro y fuera del campo
Pero más allá de su faceta como deportista, también se recordará su carisma dentro y fuera del campo, luciendo siempre un compromiso social de agradecer. También con la Euskal Selekzioa, por ejemplo, donde ha sido siempre unos de los jugadores que han tirado del carro para luchar por la oficialidad.
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— Athletic Club (@AthleticClub) May 20, 2020
Eskerrik asko, Aritz.#AdurizLeyenda pic.twitter.com/5YBro4aHxg
La carrera de Aduriz no fue tan idílica en sus primeros años. Fichado del Antiguoko en 1998, se curtió en el Aurrera de Vitoria y Bilbao Athletic para debutar en el primer equipo a las órdenes de Jupp Heynckes ante el Amurrio (Copa) en setiembre de 2002. Aduriz abandonó Lezama por primera vez para crecer en Burgos, fue un ídolo en Valladolid (donde por un guiño de la vida ha jugado sus últimos minutos como león), regresó al Athletic en un momento delicado en el mercado de invierno de la 2005-06 y posteriormente fue traspasado al Mallorca en 2008, donde también triunfó.
Le fichó el Valencia, estuvo allí dos temporadas, y el club rojiblanco le reclamó para una tercera etapa, en el segundo año de Bielsa. Su trayectoria desde entonces (ocho campañas) ha sido espectacular.
Aunque su objetivo era terminar su carrera sobre el césped, jugando la final de la Copa contra la Real y a poder ser ganándola, el coronavirus primero y sus problemas de cadera después han evitado que el sueño de Aduriz se cumpliera.