El presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, ha anunciado que aplazará al menos hasta septiembre la cumbre del G-7 que debía celebrarse del 10 al 12 de junio en Washington.
Ha justificado la decisión señalando que de este modo podrá participar un grupo de países más representativo de la situación económica actual. Trump ha anunciado que invitará al evento a cuatro países que actualmente no son miembros del grupo, entre los que ha citado a Rusia, Australia, India y Corea del Sur. Destaca la invitación a Rusia que abandonó el grupo en 2014 tras la anexión de Crimea.
«Voy a aplazarla», ha explicado Trump, «porque no creo que el G-7 represente ahora mismo lo que ocurre en el mundo. Es un grupo de países muy desactualizado», ha indicado en unas declaraciones recogidas por la CNN.
De momento, el Gobierno de Corea del Sur ha informado de que por ahora no ha recibido invitación alguna de Washington para participar en el G7. «Como país que ocupa la presidencia del G7, EE UU puede invitar a Corea del Sur, pero por ahora no hemos recibido una invitación ni oído nada en este sentido», dijo un portavoz del Ministerio de Exteriores surcoreano a la agencia local Yonhap.
Además de EE UU, el G7 lo componen en estos momentos Japón, Estado Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Alemania. Al grupo también asisten los máximos responsables de la Unión Europa, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Retraso por la pandemia
El pasado domingo el presidente propuso retrasar la reunión para finales de junio a causa de la pandemia, pero se encontró con el recelo de varios líderes mundiales, entre ellos la canciller de Alemania, Angela Merkel, que declinó este sábado la invitación ante la crisis mundial por el coronavirus.
«La canciller agradece al presidente Trump la invitación a la cumbre del G-7 en Washington a finales de junio pero, dada la situación general de pandemia, no puede prometer su participación personal, es decir, un viaje a Washington», según informó un responsable de comunicación del Gobierno alemán.
Cuadragésima sexta cumbre del G-7
Tras la reunión el pasado agosto en Biarritz, corresponde a EE UU organizar la cumbre de este año. Desde el principio estuvo rodeada por la polémica por las diferentes sedes que se han barajado para celebrar el evento. Especialmente controvertida fue The Trump National Doral Golf Club resort situado en Florida, una propiedad del actual presidente de los EE UU.
Tampoco ha trascendido información sobre las reuniones preparatorias en las que realmente se elaboran los temas que finalmente se tratarán en la cumbre. Una situación que se corresponde con el debilitamiento de todas las estructuras multilaterales que ha promovido la actual administración estadounidense y de las que el G-7 es una más.
La pandemia tampoco ha permitido algunos trabajos preparatorios. Así, la reunión de ministros de exteriores prevista para marzo, finalmente se limitó a una videoconferencia que se realizó el 26 de ese mes.