El pasado martes, al ser preguntado por los periodistas sobre qué opinión le merecía la actidud de Donald Trump ante las protestas por la muerte de George Floyd, Justin Trudeau se tomó casi 20 segundos antes de responder, un largo momento que se ha convertido en viral a través de Internet.
Al comentar la «injusticia» que se está viviendo en EEUU, el primer ministro no solo tomó distancias con la estrategia de Donald Trump –con el que ha mantenido destacados desencuentros en numerosas cuestiones bilaterales y multilaterales–, sino que también asumió que «los canadienses negros y los canadienses racializados» padecen la «discriminación como una realidad vivida todos los días».
El viernes, Trudeau se arrodilló junto a los manifestantes en una protesta contra el racismo que tuvo lugar en la ciudad de Ottawa, en el marco de las movilizaciones que se registran por todo el mundo después de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía en Minéapolis.
Las movilizaciones se llevaron a cabo bajo lemas como “Las vidas negras importan”, ”No puedo respirar“ y “George Floyd, di su nombre”.
Caso investigado en Toronto
Algunos manifestantes también entonaron canciones para homenajear a Regis Korchinski-Paquet, una mujer afroindígena de 29 años que murió el mes pasado tras caer de un rascacielos de High Park estando la Policía presente.
Su muerte está siendo investigada por la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía de Ontario.
En un momento dado, el jefe de la Policía de Toronto, Mark Saunders, también se arrodilló y levantó un puño junto a los manifestantes de esta ciudad, mientras se exigía justicia para las víctimas negras de la brutalidad policial.
«Mi unidad y yo nos hemos encontrado con los manifestantes hoy y nos hemos arrodillado», explicó Saunders a través de su cuenta en Twitter. «Os vemos y os estamos escuchando. La Policía de Toronto apoya completamente las protestas pacíficas y seguras de este fin de semana y siempre –añadió. Tenemos que estar en esto juntos para hacer un cambio».