naiz
Londres

Coronavirus: las explicaciones al grave balance británico

El Gabinete de Boris Johnson, y el consejo científico que le asesora, tardó mucho tiempo en dejar de minimizar el alcance de la epidemia. Para muchos expertos, esa es la principal razón de que Gran Bretaña sea el estado europeo con más muertes ligadas al covid-19.

Un cartel colocado en una parada de bus de Liverpool recuerda que hay que mantener la distancia de seguridad. (Oli SCARFF | AFP)
Un cartel colocado en una parada de bus de Liverpool recuerda que hay que mantener la distancia de seguridad. (Oli SCARFF | AFP)

Aunque el Gobierno británico insiste en que ha tomado «las decisiones correctas en el momento adecuado» y que lo ha hecho «guiado por la ciencia», el terrible balance de la pandemia del nuevo coronavirus, con cerca de 42.000 fallecidos, alimenta serias dudas y duras críticas.

He aquí algunas de las explicaciones recogidas por AFP para explicar el balance más grave registrado hasta ahora en Europa.

Tardío confinamiento

Es la explicación que se repite con más frecuencia: al decretar el confinamiento el 23 de marzo, el Gobierno de Boris Johnson habría actuado demasiado tarde.

Uno de los epidemiólogos más reconocidos en Gran Bretaña, el profesor Neil Ferguson, ofreció el 10 de junio una escalofriante estimación ante una comisión parlamentaria. Si se hubiera impuesto una semana antes, el confinamiento habría permitido reducir «al menos a la mitad el número final de muertes». En ese periodo, «la epidemia doblaba (el número de casos) cada tres o cuatro días».

«Francamente, subestimamos hasta qué punto el país estaba sumergido en la epidemia», declaró este científico que tuvo que dimitir a principios de mayo del cargo que ocupaba en el consejo que asesora al Gobierno en esta cuestión por haber recibido visitas en su domicilio que, precisamente, violaban las normas del confinamiento.

«Los países que han logrado contener la epidemia son aquellos que han activado las medidas en un estadio más precoz», explicaba recientemente a France-Presse Martin McKee, profesor de Salud Pública Europea en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

«En Europa, por ejemplo, podemos ver que países como Austria, República Checa o Eslovaquia reaccionaron muy rápido, cuando solo tenían unos casos, mientras que el Reino Unido ha retrasado considerablemente la aplicación de esas medidas», añadía.

Para James Naismith, director del Instituto Rosalind Franklin de la Universidad de Oxford, «durante la fase exponencial», «unos pocos días pueden marcar una gran diferencia». «Al Reino Unido, como a muchos otros países, le costó comprender el verdadero alcance de la infección y, en consecuencia, ha tardado en reaccionar», indica.

Casos importados no detectados

Al principio de la epidemia, Gran Bretaña estimó que dos tercios de los casos importados no serían detectados. Según el profesor Ferguson, a la vista de los conocimientos acumulados posteriormente, «probablemente el 90% de los casos importados» pasaron desapercibidos.

Según las cifras oficiales, solo 273 de los 18,1 millones de personas que entraron en el Reino Unido por avión en los tres meses que precedieron al confinamiento guardaron cuarentena. En esa época, a los viajeros que pisaban suelo británico únicamente se les entregaba un folleto que detallaba los síntomas de la enfermedad y el procedimiento a seguir en caso de sospecha.

Como ha establecido un estudio de un consorcio que agrupa a investigadores de las universidades de Oxford, Birmingham y Edimburgo, alrededor de dos tercios de los casos registrados en Gran Bretaña proceden del Estado francés y del Estado español.

Más concretamente, después de trazar la huella genética del virus, los científicos señalan que el 34% llegó desde el Estado español; el 29% del Estado francés; el 14% de Italia; y el 23% del resto del mundo (menos del 0,1% de China).

Desde el 8 de junio, los viajeros, sean residentes británicos o no, son sometidos a una cuarentena obligatoria de 14 días, una medida que ha sido fuertemente criticada por los sectores del transporte aéreo y del turismo.

El consejero científico del Gobierno, Patrick Vallance, reconoció ante la prensa que la decisión de imponer esta cuarentena ha sido más política que científica.

Residencias de la tercera edad

Entre un tercio y la mitad de las muertes relacionadas con el covid-19 corresponden a las residencias de personas mayores. Según un informe del Tribunal de Cuentas británico, organismo parlamentario de carácter independiente, 25.000 pacientes pasaron de los hospitales a las residencias durante el pico más alto de la pandemia –de mediados de marzo a mediados de abril– sin que a todos se les hicieran pruebas de diagnóstico y, por tanto, sin que se supiera si estaban o no afectados por el virus.

«Sencillamente, escandaloso», denuncia una dirigente del sindicato Unison, Christina McAnea, que subraya que este tránsito «aceleró la propagación del virus en el seno de un grupo obviamente de alto riesgo».

El Gobierno intenta defenderse asegurando que hizo de este tipo de centros una «prioridad» en el inicio de la crisis.

Según Ferguson, la tasa de contagio en las residencias de mayores fue «probablemente cuatro veces más elevada» que entre la población en general.