La Policía británica ha confirmado este domingo que el ataque ocurrido en la localidad inglesa de Reading (Berkshire), a 60 kilómetros al oeste de Londres, en el que tres personas murieron y otras tres resultaron heridas de gravedad tras ser apuñaladas, fue un acto de «terrorismo».

El inspector jefe del cuerpo policial de Thames Valley, John Campbell, ha señalado que la unidad «antiterrorista» «puede ahora confirmar que lo sucedido anoche en Reading ha sido declarado un incidente terrorista», una hipótesis que ayer no era la prioritaria para la Policía.

En adelante, ha añadido, serán los agentes del CTPSE (Policía Antiterrorismo del Sureste de Inglaterra) los que se encargarán del caso.

Los agentes interrogan a un detenido, un varón de 25 años, que según varios medios locales es un solicitante de asilo de nacionalidad libia, que podría tener problemas de salud mental.

El sospechoso fue apuñalando, aparentemente al azar, a personas que se encontraban en grupos sentadas en Forbury Gardens, un céntrico parque de esa ciudad de 200.000 habitantes, situada entre Londres y Oxford, según testigos presenciales.

Tres personas resultaron muertas y otras tres se encuentran ahora en estado crítico, aunque no se han difundido sus identidades y tampoco se ha comunicado el número exacto de heridos.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas policiales y dos ambulancias aéreas sobre las 18.00 GMT del sábado.

La Policía cree que actuó solo

En ese lugar se había celebrado poco antes una protesta antirracista del movimiento Black Lives Matter aunque la Policía descartó ayer que hubiera algún vínculo entre lo sucedido y ese evento.

Hoy Campbell ha remarcado que «incidentes de esta naturaleza son muy raros» al tiempo que ha reconocido que comprende «la inquietud que esto habrá ocasionado entre la comunidad» de Reading.

«Trabajaremos estrechamente con nuestros colegas en los próximos días y semanas para respaldar a los vecinos de Reading durante estos momentos y colaboraremos con el CTPSE mientras ellos avancen su investigación», ha apuntado.

El jefe del CPSE, Neil Basu, ha señalado que creen que el autor del ataque actuó solo. «No buscamos a otras personas», ha declarado.

Ha explicado que, aunque las motivaciones del apuñalamiento «están lejos de ser seguras» el cuerpo «antiterrorista» ha tomado las riendas de la investigación.

Parque lleno

«El parque estaba lleno, mucha gente estaba sentada para tomar una copa con amigos cuando alguien llegó, de repente gritó palabras ininteligibles y se dirigió hacia un grupo de diez personas, tratando de atacarlos con un cuchillo», relató Lawrence Wort, testigo de la escena.

«Apuñaló a tres, en el cuello y debajo de los brazos, luego se giró y comenzó a correr hacia mí, nos dimos la vuelta y comenzamos a correr. Cuando se dio cuenta de que no podía atraparnos, logró alcanzar a una persona en la nuca y cuando vio que todos comenzaron a correr, salió del parque», explicó.

Tercer ataque desde noviembre

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha mantenido esta mañana un encuentro con funcionarios de seguridad, autoridades policiales y miembros del Gobierno para abordar lo ocurrido. Johnson ha asegurado que «si hay que sacar lecciones» de lo sucedido «las sacaremos y no dudaremos en tomar las medidas necesarias».

Gran Bretaña ha tenido dos ataques calificados como «terroristas» en los últimos meses. A finales de noviembre, un yihadista en libertad condicional mató a dos personas en el corazón de Londres.

El asaltante, que llevaba un chaleco explosivo falso, fue abatido a tiros por la policía en el Puente de Londres. 

El 2 de febrero, tres personas fueron apuñaladas en un ataque «de naturaleza islamista» según la Policía en una calle comercial en el sur de Londres. La Policía también mató al agresor, ya condenado por delitos similares.