La central ha explicado que los transportistas realizan los trayectos desde la obra hasta el vertedero correspondiente, «llegando a superar hasta el 50% del PMA, poniéndose en peligro tanto al trabajador como a los conductores que circulan por la vía pública».

El TSJPV reconoce, según ELA, que «someter a un trabajador a una situación de riesgo en el trabajo, aunque ello no suponga sufrir un accidente o lesión concreta, constituye una vulneración del Derecho a la Vida e Integridad Física, procediendo en estos casos una indemnización por daños morales y con finalidad preventiva», algo que ha calificado como «un gran avance en materia de salud laboral».

Además, el TSJPV condena a la empresa al abono de una indemnización por daños morales pese a no haberse producido lesión concreta.

12 denuncias

ELA ha incidido, además, en las «pésimas condiciones de seguridad y salud laboral en las que trabajan los operarios» en la obra del Metro de Donostia.

En un comunicado, ha recordado que en el último año ha denunciado «reiteradamente» las jornadas «abusivas e ilegales, los ritmos exagerados de trabajo y la no aplicación de las normas de prevención y seguridad laboral y vial» en la ejecución de esta obra pública, algo que, a su juicio, constituye «una quiebra inaceptable de la legalidad vigente y fomenta los constantes accidentes laborales que se están produciendo».

Para la central sindical, esta obra «se está ejecutando a ciegas y en precario, utilizando para ello vehículos, maquinaria y herramientas en muy mal estado, y puede suponer un riesgo grave e inminente para los trabajadores y ciudadanos» de la capital guipuzcoana.

ELA ha interpuesto en el último año doce denuncias por los «innumerables incumplimientos» citados ante la Inspección de Trabajo y el Juzgado.

Además, ha apuntado que «tras el socavón producido en la calle Zubieta de Donostia a causa de las obras de Metro» solicitó la paralización de las obras y denunció ante la Inspección de Trabajo que «la empresa era consciente, en los días previos al desprendimiento y posterior socavón, de que había filtraciones de agua y arena alarmantes».

Sin embargo, ha censurado que «la empresa no investigó el origen de tales filtraciones excepcionales, ni alertó a las autoridades de tal hecho, llegando al extremo de no adoptar medida preventiva alguna ante esa situación de riesgo sobrevenida».

Para ELA, «su inacción a la hora de prevenir y garantizar la seguridad y salud de los trabajadores en el interior del túnel, así como la de los ciudadanos del exterior, deja en entredicho la seguridad de todos».