Por primera vez en la fase de desconfinamiento, Alemania vuelve a imponer a partir de este martes un confinamiento de población generalizado, aunque localizado en un solo cantón, debido a un importante brote de covid-19.

«Vamos a reintroducir el confinamiento en el conjunto del cantón de Gútersloh», con cerca de 360.000 habitantes repartidos en 1.000 kilómetros cuadrados, ha indicado a la prensa el presidente del land de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet.

Máxima prudencia

Poco antes, las autoridades federales llamaron a reforzar la prudencia ante los brotes locales de coronavirus, que han disparado el factor de reproducción de la enfermedad a valores por encima del 2,03, pese al bajo cómputo de nuevas infecciones en el conjunto del país.

«Hay que observar la máxima prudencia, el virus sigue ahí y tiene un alto potencial de reproducción, como hemos visto en los casos locales mencionados», ha explicado el director del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, al presentar las últimas cifras.

En buena parte del país no ha habido apenas nuevas infecciones y en algunos distritos incluso ninguna, ha destacado Wieler.

Pero los brotes registrados en un matadero de Gütersloh (oeste del país), así como en un bloque de viviendas de Gotinga (centro) o de un barrio de Berlín (este) evidencian el riesgo de contagios.

El número de contagios verificados, de acuerdo con las cifras del RKI, es de 190.862, lo que supone un aumento de 503 en las últimas 24 horas. El número de víctimas mortales asciende a 8.895, mientras que el de pacientes recuperados está en 175.700.

Un gran matadero

El aumento de los últimos días se debe al alto número de contagios revelados en una planta de productos cárnicos Tönnies, ubicado en Gütersloh, con unos 1.500 infecciones verificadas desde el pasado sábado.

A raíz de este brote, se ordenó ya la semana pasada el cierre de guarderías y colegios.