Arnaitz Gorriti

Vuelve un clásico en la final de la Liga ACB: Baskonia contra Barcelona (73-75)

Remontando una mala primera mitad, Kirolbet Baskonia ha conseguido volver a la finalísima ante un Valencia Basket que ha apostado por el triple y ha salido perdedor en esta ocasión.

Ivanovic abraza a un exhausto Shengelia tras el triunfo agónico de los gasteiztarras. (M. POZO / ACB PHOTO)
Ivanovic abraza a un exhausto Shengelia tras el triunfo agónico de los gasteiztarras. (M. POZO / ACB PHOTO)

VALENCIA BASKET 73 - KIROLBET BASKONIA 75

Sufriendo, como siempre, pero diez años después, Kirolbet Baskonia regresa a la finalísima de la Liga ACB. Valencia Basket se ha condenado a golpe de triple, mientras que la reacción de shock tras el descanso que los de Ivanovic ha servido para ganar la semifinal y retornar a unclásico de hace una década en la finalísima: Barça contra Saski Baskonia. ¿Por qué no se va a repetir lo del año 2008 y 2010?

Kirolbet Baskonia ha enseñado dos caras bien distintas desde el arranque de su semifinal. Por una parte, la alegre de la transición, sumando robos de balón y velocidad para atacar a un Valencia Basket mermado por la ausencia de Alberto Abalde y cuyo sustituto, Fernando San Emeterio, nunca ha destacado por su agilidad. Pero la «cara B» gasteiztarra se ha venido a imponer: la incapacidad de romper la defensa taronja.

Un triple de Pierria Henry –el más perjudicado por los árbitros en la primera mitad, ya que lo han castigado con tres personales y unos dudosísimos dobles cuando se disponía a lazar un triple totalmente solo– y nueve puntos seguidos de Shengelia ha sido el bagaje gasteiztarra en todo el primer cuarto, mientras que los taronja han logrado adelantarse al conseguir que todo su quinteto titular, más dos tiros libres del sexto hombre Joan Sastre, hayan logrado sumar en anotación.

El 17-12 del finalñ del primer asalto ya ha dejado motivos de preocupación, como las dificultades del ataque estático baskonista o su escaso control del rebote ante un rival muy ducho en esas lides. Por fortuna, en el segundo asalto Zoran Dragic, extramotivado por el mensaje de ánimo que su hermano goran les ha enviado horas antes de arrancar la semifinal, ha anotado 14 tantos para mantener a los Dusko Ivanovic con vida.

Con vida, pero con poca esperanza, porque la segunda unidad, que tan buenos resultados dio ante Unicaja, no ha carburado. Mientras que Doornekamp o Loyd; más tarde Van Rossom o Tobey, han sumado bien desde la larga distancia o a través de segundos esfuerzos, los gasteiztarras se han hallado huérfanos de referentes, incapaces siquiera de encontrar a Shengelia o de anotar en claras transiciones.

Al final, el 42-33 del descanso casi ha sido un mal menor. En cualquier caso, mucho ha debido tocar, corregir y solventar Dusko Ivanovic para poder darle la vuelta a un partido a vida o muerte que tan mal se ha puesto.

Por la defensa y por la fe

«Nueve puntos pueden ser muchos, o pueden ser pocos. Pero si queremos tener opciones, todo pasa por nuestra defensa», ha declarado Dusko Ivanovic en la entrevista previa al tercer cuarto. Y, ¡aleluya!, los gasteiztarras han apretado atrás, lo cual ha valido un parcial de 0-8 para obligar a Jaume Ponsarnau a pedir tiempo muerto con 42-41 en el marcador; es decir, partido nuevo.

Un partido nuevo que ha termionado con 55-56 al final del tercer asalto, fruto de una gran canasta comn la izquierda de Lucas Vildoza, después de varios intentos fallidos de los gasteiztarras para al fin ponerse arriba.

Los de Ivanovic han cortocircuitado el ataque taronja, demasiado empeñados en tirar triple tras triple, y olvidándose de un Mike Tobey que ha cometido su tercera falta, amén de haber perdido a Labeyrie en el segundo cuarto por haberse torcido el tobillo. Dragic y Shengelia han asumido el liderazo gasteiztarra, con un gran soporte en la retaguardia de todo el colectivo ante un rival frente al espejo de la presión.

Los gasteiztarras, impulsados por su gran tercer cuarto, han recuperado a Shavon Shields, de forma que se hana delantado 57-63, amagando la ruptura del partido. Pero los tatonjas, a pesar de abusar hasta la náusea del tiro exterior, han conseguido empatar a 63, aunque el tiempo muerto que posteriormente ha solicitado Jaume Ponsarnau ha llegado después de que Polonara haya clavado el 63-66.

Las defensas se han puesto las pilas más que nunca, sin dejar casi opción a los rebotes ofensivos ni a las circulaciones sencillas. La presión y los ánimos, pese a la ausencia de público, se ha subido hasta el techo.

Una vez más, a golpe de triple y con un Van Rossom erigido de líder, Valencia Basket ha vuelto a empatar a 70. Sin embargo, los de Ponsarnau no han logrado ponerse por encima, mientras que dos tiros libres de Shengelia y un triplazo de Shavon Shields han vuelto a disparar a los baskonistas camino a la final. 70-75 a 2.45 y tiempo muerto valenciano, casi a la desesperada.

Y a la desesperada, San emeterio ha anotado el 73-75. Los gasteiztarras han buscado a Shengelia, pero el georgiano ha errado dos tiros libres y ha cometido una falta en ataque sobre Doornekamp, lo cual ha dado 19 segundos para los taronja para buscar la prórroga o la victoria. Jordan Loyd ha buscado el triple ganador ante un Baskonia que, fiel al estilo de Dusko Ivanovic, ha apostado a la defensa. Pero Loyd ha errado y al fin ha regresado un clásico: Barça contra Baskonia el martes a las 20.00, como aquella final de 2010 que ganó el Baskonia.

BARCELONA LASSA 98 - SAN PABLO BURGOS 84

Se acabó el sueño de San Pablo Burgos. Los de Joan Peñarroya jamás han rehuido la pelea, pero han debido plegarse ante un Barça defensivamente tremendo, que además ha tenido a cinco jugadores con 10 puntos o más, liderados por los 18 tantos de Nikola Mirotic. Los de Pesic han ahogado la creación castellana y, pese a los recursos exhibidos por estos, siempre han ido a remolque.

El Barça ha saltado dispuesto a comerse a un San Pablo Burgos que por fuerza debía notar el cansancio de haber dispuesto de un día menos de descanso y de haber tenido un durísimo partido frente a Morabanc Andorra antes de llegar a semifinales. De hecho, la defensa blaugrana ha ahogado por completo a los exteriores castellanos, provocándoles un sinfín de pérdidas y, por ende, contras y canastas fáciles para los de Svetislav Pesic, obra de Mirotic, Claver o Kuric, por ejemplo.

Y por si fuera poco, los árbitros han regalado una antideportiva y tres técnicas a los blaugranas, que han llegado a disfrutar de hasta 16 puntos a lo largo del segundo cuarto.

Para más inri para el cuadro castellano, Lima, Rivero y Pablo Aguilar se han cargado de faltas a toda velocidad, dejando la pintura, en principio, como un solar para Tomic, Mirotic y compañía.

Increíblemente, por su condición de debitante en unas semifinales de la Liga ACB, los castellanos ni se han rendido ni se han desesperado. Peñarroya ha diseñado un par de trampas defensivas, como una zona match up en la que han seguido varios cortes en individual, o una zona 2-3 tras tiempo muerto, que ha provocado que el ritmo culé haya perdido pie. Mientras, Augusto Lima y Bruno Fitipaldo se han echado a su equipo a las espaldas, llegando a limar por completo la diferencia de los de Pesic. De hecho, el rechace mal ejecutado de Ante Tomic a un tiro libre de San Pablo Burgos ha supuesto el empate a 41 a falta de cuatro segundos para el descanso. No obstante, Mirotic ha arreglado el desaguisado anotando el 43-41 justo sobre la bocina para mandar a los jugadores camino de los vestuarios.

Aparte de la garra de San Pablo Burgos, el Barça ha pagado las tres personales de Hanga, así como el olvido de Pesic de un Claver que, aunque ha errado fáciles bandejas, se ha mostrado como una incansable pesadilla para el cuadro rival, apareciendo de la nada desde el lado débil para robar o tocar balón tras balón mientras los Bassas, Fitipaldo o Benite se han tenido que dedicar a mirar de reojo para localizar al valenciano –Hanga o Higgis también han estado por la misma labor en la retaguardia–, en los minutos de vino y rosas del Barcelona, que por fortuna San Pablo Burgos ha sabido capear en la primera mitad.

El segundo impulso, es el definitivo

Poco le han durado las esperanzas a la escuadra burgalesa. Cory Higgins, anotando seis puntos seguidos, le ha dado un segundo impulso al ataque blaugrana, basado en cualquier caso en una defensa férrea, con objeto de anular a Vitor Benite y a la creación de juego de los bases. Ante ello, pese a chispazos de sendos triples del propio Benite y McFadden, San Pablo Burgos ha tenido que vivir de lo que Apic, Aguilar o Rivero han podido producir.

En la otra canasta, el Barça, tras un mal segundo cuarto en el tiro, ha recuperado el tino en los triples, evitando así tener que pisar la pintura, después de uan serie de taponazos de un extramotivado Augusto Lima.

Mirotic, además, al fin ha logrado zafarse del buen marcaje de Jasiel Rivero, lo cual se ha traducido en la nueva escapada blaugrana nuevamente por encima de la decena de puntos. Los de Pesic han alcanzado el último cuarto con un cómodo 72-58, después de cerrar el tercer asalto con un triple de Brandon Davies.

Por si le faltaba algo al partido para que se decantase del ado barcelonista, Thomas Heurtel ha asomado en los últimos minutos para darle la puntilla a la semifinal con sus canastas y sus asistencias.

Y si no ha sido Heurtel quien ha rematado a San Pablo Burgos, es porque los de Peñarroya no se han rendido nunca. Pablo Ahuilar ha anotado sus 11 puntos en esos últimos minutos, pero la réplica culé ha llegado de la mano de Kyle Kuric y Brandon Davies, que han truncado el sueño de la gran revelación de esta Fase Final de la Liga ACB.