Ramón Sola

PNV, EH Bildu y EP afrontan el problema del empleo con tres propuestas diferentes

La preocupación por el empleo y la industria ha centrado este miércoles los actos matinales de PNV, EH Bildu y EP-IU. La propuesta jeltzale, continuista y basada en el impulso privado, contrasta con la de las dos otras dos fuerzas, que inciden en el motor público y nuevos nichos de empleo, cada una con sus matices.

Tapia y Urkullu, hoy en Gasteiz. (EAJ-PNV)
Tapia y Urkullu, hoy en Gasteiz. (EAJ-PNV)

En el contexto de la pandemia que mantiene en ERTE a cerca de 100.000 trabajadores en la CAV y amenaza con cierres como el que acaba de anunciar Siemens Gamesa en Agoitz (Nafarroa), los actos matinales de campaña de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos han presentado sus propuestas al respecto. Radicalmente diferentes en lo que respecta a la candidatura de Urkullu frente a las de Iriarte y Gorrotxategi, pero con matices propios también entre estas dos últimas.

Por lo que respecta al PNV, Urkullu no ha hecho grandes concreciones en un acto en Gasteiz en que ha estado acompañado de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. Más que de empleo, el candidato a la reelección ha hablado de «reactivación económica, porque son dos caras de la misma moneda». «Hace falta una economía sana y competitiva, empresas que funcionan», ha añadido.

El principal mensaje del acto es que hay que volver a bajar de la tasa de 10% de paro en la CAV, que se ha superado en estos meses de confinamiento obligado. Para ello plantea un plan de choque de empleo juvenil para facilitar una primera experiencia laboral a 30.000 jóvenes, reforzar los planes locales y comarcales, extender la formación dual y un programa de reactivación económica dotado con 10.000 millones de euros.

Le ha añadido el objetivo de «mejorar la calidad del empleo», con un plan para reducir la temporalidad y la parcialidad en el mercado de trabajo.

La consejera Tapia ha anunciado que uno de los objetivos del PNV para la próxima legislatura es incrementar el peso de la industria y de los servicios avanzados hasta alcanzar el 40 % del PIB:«Nuestra mejor receta para salir de la crisis pasa por impulsar la producción industrial».

Desde EH Bildu, la cabeza de lista en Bizkaia, Jasone Agirre, ha fijado un objetivo más ambicioso, en un acto en el parque tecnológico de Zamudio: «Recuperar los 250.000 trabajadores que tenía la industria vasca en 2007 (hoy son 205.000), y que 10.000 de ellos sean en el ámbito del empleo verde».

La fuerza independentista de izquierdas apuesta por que este sector llegue a significar el 28% del PIB de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, fomentando «un modelo industrial renovado, social, ecológico, tecnológico, bien implementado en las comarcas y diversificado». Y le suma la necesidad de «un acuerdo de país para que la inversión en I+D llegue al 3% del PIB, como recomienda la UE».

En esto último ha abundado Iker Casanova, que tras observar «la falta de impulso político del Gobierno Urkullu» y el modo en que «la industria se ha desinflado en la última década», alerta de que el candidato a la reelección «propone otra década perdida en I+D». La inversión en este sector está muy por debajo de la media europea, como reflejó este reportaje de Iñaki Iriondo el martes en GARA.

En una Ezkerraldea fiel reflejo del declive industrial, Sestao ha sido la localidad elegida por Elkarrekin Podemos-IU para presentar sus planes en este ámbito. Los candidatos Isabel González y Jon Hernández han apuntado también al empleo verde como solución futura, junto a la potenciación del ámbito de los cuidados que en pandemia se ha confirmado tan insuficiente y precario, y al empleo público en general.

Han remarcado también la importancia de una banca pública que no solo sirva para participación en empresas, sino que se implique en la toma de decisiones. Hernández ha pedido a las bases de Elkarrekin Podemos que no tengan miedo de reivindicarla ante quienes la presentan como algo del pasado.

Su diagnóstico de la crisis de 2008 y de la actual es que en la CAV se ha dejado todo al impulso de la iniciativa privada, con los perjuicios consiguientes, especialmente la precarización del empleo. «Y no era algo inevitable, en estos cinco meses de Unidas Podemos en el Gobierno estatal se ha demostrado que se pueden tomar otro tipo de decisiones», han defendido González y Hernández.