El sindicato ELA ha lamentado que «en tan solo una semana se hayan tomado decisiones traumáticas en tres empresas estratégicas como Tubacex, ITP y Aernnova», haciendo referencia a los despidos colectivos llevados a cabo esta semana por las diferentes compañías.

Según ELA, las tres empresas han tenido enormes ganancias en los últimos años, detallando que «desde 2009 Tubacex, ITP y Aernnova han ganado 1.027,4 millones de euros». «Se trata de empresas que cosechaban un gran éxito antes de que estallara la crisis por el coronavirus, por lo que resulta inadmisible que después de tanto beneficio se pida a las plantillas todo el esfuerzo para superar la situación actual», han explicado.

El sindicato ha rechazado estos despidos colectivos, y ha asegurado que «si Lakua no adopta otra postura en el futuro podrían ser varios más». En este sentido, ELA ha ratificado la propuesta que hizo hace dos meses al Gobierno de Urkullu, consistente en «la constitución de un fondo de 2.300 millones de euros para la toma de control de empresas estratégicas o la puesta en marcha de empresas industriales innovadoras mediante inversión pública» y «establecer un sistema para complementar a los ERTE, tanto salarios como cotizaciones empresariales, condicionadas al mantenimiento del empleo y financiadas mediante el impuesto de sociedades, para posibilitar un periodo de transición no traumático».

Sobre Tapia: «Es una irresponsabilidad»

ELA ha tachado de «cínica y mentirosa» la solicitud de rebaja salarial realizada por la consejera Arantxa Tapia para mantener el empleo en el contexto de estos despidos. Asegura que «con las actuales condiciones de trabajo estas empresas han estado ganando dinero y con la rebaja de salarios no se evitará ningún despido», ya que mientras el nivel de producción esté reducido el número de trabajadores y trabajadoras estará siempre en entredicho. Según ELA, en las tres empresas los costes laborales suponen menos del 25% de los gastos.

Además, los representantes del sindicato han afirmado que la propuesta de Tapia pretende poner toda la presión en la espalda de los trabajadores y las trabajadoras. «No hay responsabilidades por parte de las direcciones. Sin mercado, sin inversión o sin transformación industrial, decir a las direcciones de las empresas que la solución vendrá de la bajada de salarios es una irresponsabilidad», han explicado.