Euskal Trenbide Sarea (ETS) inicia este lunes en los soportales del paseo donostiarra de La Concha los trabajos previos a la inyección para la consolidación del terreno por el que discurre la variante subterránea del Topo.

Según ha informado ETS en un comunicado, se trata de unas actuaciones definidas como consecuencia del incidente ocurrido el pasado 5 de junio, cuando una filtración de agua causada por las obras de la pasante del Metro provocó un socavón en el sótano de un edificio de la calle Zubieta. El incidente fue advertido previamente pero no se tomaron medidas y terminó produciéndose el desplome que obligó a practicar desalojos.

La misma fuente ha precisado que la aparición de discontinuidades en el material de la roca donde se estaba excavando el túnel del Topo dejó al descubierto una cavidad kárstica que generó dichas filtraciones con arrastre de arena, lo que ocasionó el descalzamiento de un pilar de este inmueble.

Por este motivo, ETS optó por poner en marcha una campaña geotécnica adicional con el fin de «caracterizar con total precisión los estratos karstificados y proceder a la consolidación del terreno».

Los trabajos han sido previamente autorizados por la Dirección de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, al tratarse de dominio público marítimo-terrestre.

Durante esta semana, las labores consistirán básicamente en la delimitación de la zona de trabajo a nivel de soportales, protección del suelo, cambio de ubicación del quiosco y recepción de equipos y materiales.

A partir de la próxima semana, tras la ejecución de las protecciones, se podrán iniciar las tareas de inyección en la zona kárstica con un plazo de ejecución de tres meses.

Los trabajos se realizarán desde los soportales bajo el paseo de La Concha para evitar afecciones a la zona de playa.

ETS ha dicho que mientras dure la actuación no se obstaculizará el acceso al mar y se garantizará el paso a la playa, así como la estancia en la misma.

En una jornada de movilización el 21 de junio, el colectivo Satorralaia demandó la paralización total de la obra, pero las instituciones muestran con este paso su disposición a continuar adelante.