La obligación se circunscribe a determinados espacios de estas poblaciones –principalmente las zonas más concurridas–, y también dentro de ciertos horarios.
Además, tiene como fecha límite el 31 de agosto, aunque resulta obvio que todas estas condiciones se pueden ver modificadas en cualquier momento. Las multas serán de hasta 135 euros, e incluso más para casos de reincidencia.
El prefecto Éric Spitz ha indicado que «el riesgo de degradación de la situación epidemiológica se acentúa en algunas localidades muy turísticas de la costa vasca. La densidad de personas y la mezcla de gentes de procedencias geográficas diferentes que nignoran o hacen mal uso de las recomendaciones, principalmente en las calle céntricas, hacen temer un riesgo de recrudecimiento de la epidemia».
En Baiona, la orden estará en vigor desde las 10.00 hasta las 22.00. Afectará a las calles de la orilla del río Errobi, la parte comercial de los alrededores de la catedral y las calles más relevantes de Baiona Ttipia, Pannecau y Cordeliers.
En Biarritz ya han empezado hoy, y tanto residentes como visitantes tienen que llevar mascarilla desde las 8.00 hasta las 2.00 en la línea de la costa y las calles más importantes de la villa. Normas similares regirán en Donibane Lohizune, con la diferencia de que el horario será de 10.00 a 2.00.
En Angelu y Ziburu la obligación se ciñe por ahora a espacios muy concretos, los mercados y mercadillos callejeros.