Apenas un día después de ofrecer unos datos que ya eran preocupantes, con 241 casos, los 338 positivos reportados ayer llevaron a la consejera de Salud de Lakua a concluir que, «sin duda», estamos asistiendo a «una segunda ola epidémica», sobre la que «no hay motivos para creer que sea más débil y menos letal» que en la primera. Nekane Murga, que se reunió con el lehendakari, Iñigo Urkullu, junto a su viceconsejero Iñaki Berraondo para analizar la evolución del virus, no ahorró calificativos ni restó gravedad a la situación.
«Tiene la misma capacidad de propagación y de infectar que en marzo», advirtió, añadiendo que el «virus nos está ganando terreno y día a día, semana a semana, está infectado a más personas», y recordó que además de «provocar la muerte», deja graves secuelas a los afectados.
En total, Osakidetza y Osasunbidea informaron de 419 nuevos positivos por covid-19, y aunque la subida fue mucho mayor en la CAV, también Nafarroa detectó el miércoles más casos que el día anterior: 81 frente a 70, la mayoría (un 59%) en Iruñerria.
Bizkaia sigue siendo, en cualquier caso, el herrialde más golpeado, con hasta 233 personas afectadas, prácticamente el doble que dos días antes. La distribución, sin embargo, no es homogénea, y Bilbo (126 casos) y su entorno –Barakaldo, 28; Erandio, 14; Getxo y Portugalete, 9...– son con diferencia los lugares donde el coronavirus más se está extendiendo. Asimismo, Gipuzkoa dobló los casos del martes, 57 por 26, con Donostia (13), Elgoibar (10) y Zarautz (6) como municipios con mayor afección.
Por contra, Araba vivió un pequeño respiro, pues bajó de 58 a 44, aunque Gasteiz acapara casi todos, 38, y sigue con cifras de contagios bastante altas.
Imposible nueva normalidad
«El virus nos está enseñando que no es posible una nueva normalidad. Tenemos que cambiar nuestros hábitos de relación», insistió, instando a limitar el tiempo sin mascarilla y mantener la distancia social: «mejor dos metros que metro y medio», advirtió, sin recordar que la distancia mínima de seguridad que durante el estado de alarma había estado fijada en dos metros pasó a ser de metro y medio a partir del 21 de junio, no por un criterio sanitario sino porque así lo pactó el Gobierno español con Ciudadanos para ampliar el aforo de los locales, lo que fue asumido por Lakua.
Murga destacó que «preocupa la alta tasa de contagios detectada en grandes poblaciones», entre las que citó Bilbo, Gasteiz, Barakaldo y «otras», cuyos vecinos y vecinas, dijo, tienen «una elevada movilidad». Por ello, indicó que a diferencia de otros municipios donde las «medidas locales han sido efectivas», su departamento está valorando si limitaciones en hostelería o aforos podrían tener utilidad o, por el contrario podría ocasionar que «sigan sus actividades en áreas fuera de la propia ciudad».
Con todo, la consejera puso en valor que la evolución de los contagios no sea como en marzo, lo que consideró «un logro de la identificación precoz de los casos» mediante PCR a contactos y «al correcto aislamiento», pero también del uso de la mascarilla y del mantenimiento de la distancia interpersonal. Tras instar a que se limite «el tiempo sin mascarilla», Murga dijo que «la solución no está en las denuncias, en cortar los accesos a zonas de botellón, ya que se pueden trasladar a otros sitios», y opinó que «nos engañamos a nosotros mismos si trasladamos las fiestas a nuestras casas, si nos reunimos en txokos o casas rurales». «La realidad es que estamos jugando con fuego», advirtió en tono muy serio.
Medidas de mayor intensidad
La consejera de Salud explicó que la edad media de las personas infectadas esta siendo superior a la de finales julio y, en este sentido, recordó que «las personas de mediana edad en muchas ocasiones precisan hospitalización y UCI», ya que la población entre 40 y 70 años «frecuentemente pueden tolerar mal las neumonías bilaterales que produce este virus».
Por ello, apuntó que «es previsible que se identifiquen mayores necesidades» de los servicios hospitalarios». Asimismo, tras insistir en que «todos limitemos la posibilidad de contagiarnos y contagiar» y limitar «el contacto social aunque estemos en pleno mes de agosto», avisó de que «corremos el riesgo de que sean necesarias medidas de mayor intensidad si comenzamos a sobrecargar el sistema sanitario».
En comparación, la jornada fue mucho más tranquila en Nafarroa, donde a pesar de contar once casos más que el martes, el número de contagios sigue lejos de los 132 de hace dos semanas. En este herrialde fue noticia que las primeras pruebas PCR realizadas a 84 trabajadoras llegadas para la recogida de fruta en el área de Tutera han resultado negativas en su totalidad. Se prevé hacer test a todas las personas que se contraten para las campañas de recolección, garantizando la cobertura por baja laboral en caso de dar positivo.