En declaraciones a Europa Press, Tapia ha señalado que en la CAV se están viviendo «unas semanas duras», en las que los contagios han ido incrementándose, por lo que ha apelado a la concienciación ciudadana. «Si no somos cada uno responsables de lo que estamos haciendo y de nuestras actitudes, las restricciones que va a haber que imponer son mayores», ha advertido.
La consejera ha apuntado que el Ejecutivo autonómico, en estos momentos, «está creyendo en la madurez de la sociedad», y confía en que se va a ser capaz «de atender todas esas medidas de distanciamiento, de uso de mascarillas, de higiene de manos, de tener los menos contactos posibles, y de tratar de cuidarnos nosotros y los demás», ha añadido.
De lo contrario, ha insistido en que «habrá que tomar medidas mucho más duras, no en cuanto a un confinamiento como el que hemos tenido antes, pero sí en cuanto a medidas que permitan estabilizar la situación y garantizar que los contagios disminuyan».
«En tanto no haya una vacuna que sea efectiva, tenemos que aprender a convivir con el virus, en una situación en la que puede haber contagios, pero los mínimos posibles y los tengamos absolutamente controlados. Y todo eso pasa por demostrar que somos una sociedad madura», ha reiterado la consejera, que ha insistido en que, además de llevar mascarilla, hay que «usarla bien» y también ser conscientes de que ha cambiado la forma de relacionarse.
Segunda ola
Arantxa Tapia ha dicho que no se sabe si se está exactamente ante una segunda ola de la pandemia, como tal, a la que sí hizo referencia explícita Nekane Murga, pero ha puntualizado «tiene todo el aspecto» de serlo. No obstante, ha dicho que la situación no es como la que se vivió el pasado mes de marzo.
«En este momento, se está haciendo un rastreo, una análisis de todos los casos, una evaluación de los problemas que están apareciendo, de los casos positivos, de los contactos de esos casos, que nos permiten tener la situación muchísimo más controlada», ha indicado.
Asimismo, ha apuntado que muchos de los positivos son asintomáticos, lo que se traduce en que «van a pasar la enfermedad casi sin síntomas o incluso sin ellos». «Pero hay un porcentaje de personas que está siendo ya hospitalizadas», ha destacado.
Tras indicar que se están haciendo «muchísimos» PCR, ha explicado que eso no significa se esté «libre» de cumplir con las medidas de seguridad y prevención.
La titular de Desarrollo Económico e Infraestructuras en funciones ha señalado que la labor de «rastreo esta siendo eficiente y se está demostrando», con la detección de problemas en diversos municipios, en los que se han «introducido restricciones adicionales» temporales, como ha ocurrido en Ordizia, Eibar, Ermua o Zarautz, con las que se consiguió controlar la situación y evitar la transmisión comunitaria.
«Los que nos estamos planteando, de forma constante, ante la actual evolución, es qué otro tipo de medidas adicionales hay que introducir, no de manera permanente, pero sí de forma quirúrgica, durante un tiempo limitado, para que ese riesgo de transmisión comunitaria sea el mínimo posible y consigamos tenerlo lo más controlado posible», ha subrayado.
‘Toque de queda’
En este sentido, ha recordado que el lehendakari de la CAV en funciones, Iñigo Urkullu, hizo referencia al ‘toque de queda’ y es «una de las posibilidades». «Estamos analizando todas las posibilidades, sobre todo detectando dónde se están produciendo más esos contagios, como consecuencia de qué actuaciones, de qué tipo de actitudes que estamos teniendo como sociedad y tratar de limitarlos. Si no somos capaces de hacerlo por medios propios y voluntad propia, habrá que establecer medidas más restrictivas», ha afirmado.
Tapia ha descartado que se vaya a «ir a las bravas» hacia un confinamiento como el de marzo y ha apostado por establecer «medidas acordes con lo que se está detectando» para frenar la expansión del virus, de manera que «la actividad económica, la actividad del día a día, la vuelta a los centros de trabajo, a los centros de estudio sea posible y nos permita convivir de la mejor manera posible».
La consejera ha indicado que la sociedad no se puede permitir «un segundo confinamiento» y cree que, si otras sociedades están controlando los rebrotes «de una forma mucho mas quirúrgica» con medidas «muy focalizadas», la CAV, desde luego, es «capaz de hacerlo, sin ninguna duda».
Por tanto, espera que confinamientos «estrictos» como el ya vivido no se tengan que llevar a cabo ni en el conjunto del territorio ni en municipios concretos.
Ocio nocturno
En cuanto al ocio nocturno, ha considerado que es uno de los contextos en los que se producen contagios, pero no ha querido «demonizarlo» porque también en las playas o piscinas, o en lugares en los que se juntan «grandes grupos de personas, aunque sea de día», se elevan los positivos.
«Por tanto, el ocio nocturno quizá sea más propicio, pero también de día nos tenemos que cuidar, y las imágenes que se han visto en muchas ocasiones no son las más adecuadas», ha añadido.
Ante los recursos planteados por algunas asociaciones de hostelería contra la limitación de horarios, ha afirmado que lo entiende desde el punto de vista «de economía, de que esas personas tienen un negocio y que no tienen capacidad de desarrollarlo».
«Cada uno mira su negocio y lo entiendo, pero, si lo evaluamos de una forma conjunta, creo que en la balanza va a pesar mucho más el lado de la salud, de nuestros mayores y de nuestros niños, frente a esa capacidad del ocio nocturno que, sin ella, vivimos diferente, pero podemos vivir. Sin salud, no lo podemos hacer», ha advertido.
Otoño
En relación a las perspectivas de cara al otoño, Tapia ha apuntado que existen dos «componentes diferentes», por una parte, al finalizar el verano, «quizá no sea tan intensa esa necesidad de salir y estar en la calle» y la actividad en los centros escolares y de trabajo «va a estar más controlada».
Sin embargo, la consejera ha advertido de que, «como contrapartida» la gripe estacional se va a «acumular» a la pandemia del covid-19 porque el «virus sigue ahí». Por tanto, cree que puede darse una situación «bastante compleja» porque «cualquiera puede empezar a toser y tener un poco de fiebre y no saber muy bien si se tiene realmente una gripe o el coronavirus». Por ello, ha asegurado que «desde luego, el sistema de salud puede verse bastante tensionado».
Arantxa Tapia ha afirmado que ya están preparando medidas para evitar esa situación en Osakidetza, pero, «a pesar de tener todo eso planificado, "el tensionamiento es probable que se produzca». «Vamos a tener que tener un sistema que perfectamente permita detectar qué es un cosa y qué es otra, y trabajar con el miedo e incertidumbre de muchas personas», ha agregado.