La noticia, dada a conocer mediante un comunicado a las familias y de cuyo contenido ha dado cuenta Navarra Televisión, coincide con el reinicio del curso universitario. El centro asegura que se ha aislado tanto a los casos positivos como a todos sus contactos estrechos y que en ningún momento hacen uso de las salas comunes.
La situación en el centro no resulta, de por sí, preocupante. Sin embargo, sí se puede tomar como señal de alerta, pues se ha producido nada más arrancar el curso universitario y pone de relieve los incrementos de riesgo que conlleva la vuelta a la actividad docente. Asimismo, el hecho de que suceda en una residencia pensada para alumnos foráneos evidencia la problemática de la movilidad territorial en aras a la contención de la pandemia.
La Universidad de Navarra, del Opus Dei y la que atrae a más alumnado de fuera de Nafarroa, ha desarrollado un programa propio de detección de casos destacable. Su planteamiento es realizar un test a todos los profesores y alumnos y la previsión es que ese primer cribado se termine el 11 de septiembre. Posteriormente, irá haciendo 200 test aleatorios semanales como método de control.
La información no precisa si estos tres positivos han sido detectados a través de este cribado particular de la universidad.