JOVENTUT DE BADALONA 88 - RETABET BILBAO BASKET 81
El partido del domingo al mediodía suele ser un partido en el que la pereza o la modorra suele adueñarse del ataque o la defensa.Y ese arranque perezoso lo ha pagado el conjunto bilbaino, ya que después le ha tocado ir siempre a remolque de un Joventut que ha sabido amarrar el partido pese a sentir el aliento de los hombres de negro en el cogote. Las 18 pérdidas de balón, el 9 de 25 en triples –muchos de ellos liberados en el último cuarto, desperdiciando una opción real de remontada– y la lesión de Tomeu Rigo, lastimado de la rodilla izquierda, han sido los efectos colaterales posteriores. Bilbao Basket se coloca con 1-4, y aunque el equipo ofrece destellos de calidad como para salir de la parte baja de la clasificación, fallos tan groseros a estos niveles –amén de la calidad de un Joventut con muchos recursos–, se pagan con la derrota.
En este caso, ha sido la defensa de verdinegros y bilbainos la víctima de la modorra dominical. Cierto que no todos los días Ante Tomic mete un triple o Albert Ventura se va a los diez puntos en un solo cuarto, como tampoco Zyskowski ha dado hasta la fecha tal muestrario de recursos tanto lejos como cerca del aro. Pero en ese toma y daca de alegrías ofensivas, los de Alex Mumbrú se han llevado las de perder, obligando al técnico de los hombres de negro –vestidos de blanco en el Palau Olìmpic– a llamar al orden a los suyos tras encajar un preocupante 28-18 a falta de minuto y medio del final del primer cuarto, que ha terminado con un 33-18 aún más desasosegante, después de cinco puntos consecutivos de Brodziansky, cerrando la sangría con el quinto triple verdinegro, que ha cerrado este primer episodio con un 5 de 8 desde la larga distancia.
Un poco más desperezados, los bilbainos han vuelto a la carga en el inicio del segundo acto. Los de Mumbrú, por obra y gracia de los reservas Tomeu Rigo y Alex Reyes, han enchufado un parcial de 2-8 que les ha dado aire puro; huelga decir que además la defensa ha mejorado sustancialmente en el bando bilbaino.
Bilbao Basket se ha metido de lleno en el partido, a pesar de perder a Tomeu Rigo en este segundo acto, luego de lastimarse la rodilla izquierda producto de un mal gesto –al punto de que, entre lágrimas, no ha regresado al juego–. No obstante, la mejoría en defensa de los vizcainos ha cerrado por completo el grifo de anotación verdinegra, limitados sus puntos a buenas acciones individuales de Pau Ribas y un reaparecido Xabi López-Arostegi –siete puntos en cinco minutos y medio de su primera aparición–, tras superar el getxoztarra unos problemas de rodilla. Quenton Serron, tras la lesión de Rigo, también ha podido jugar unos pocos minutos.
Con 43-37, pese a todo, las cosas se ven de otro color, y por eso Carles Durán ha decidido reactivar a su Penya con un tiempo muerto. Su tiempo muerto no ha frenado del todo el ataque bilbaino, pero sí que ha activado a Nenad Dimitrijevic, que ha dejado un regalo de un aro pasado precioso, pero lo que ha vuelto a disparar la renta verdinegra al descanso ha sido los tres tiros libres que Ventura le ha arrancado a Hakanson a falta de un segundo para el descanso, regalo que el capitán badalonés ha aprovechado para poner un 52-41, con 15 puntos en su haber.
El renacer por Brown, la defensa y el rebote
Los hombres de negro han vuelto de vestuarios mucho más centrados, sobre todo un inédito hasta el momento Jaylon Brown, consiguiendo un parcial de 5-11 que ha recortado a la mitad la desventaja respecto de una Penya que, además, ha perdido el inhumano acierto en el triple exhibido durante la primera mitad. Por si eso fuera poco, Aaron Jones y Balvin han empezado a hacer daño a base de cargar el rebote ofensivo.
Una canasta en el poste bajo de Zyskowki ha puesto el 59-56 en el luminoso, seguido del 59-58 de Jaylon Brown, superando en penetración el 2,17 de ante Tomic. El propio Brown ha tenido la voltereta con un triple liberado que ha errado, pero su fallo ha sido preludio del un parcial de 5-0 que ha dado aire a los verdinegros, amén de que merced al bonus de faltas han encontrado el camino a la línea de tiros libres. En todo caso, ha sido Carles Durán quien ha pedido tiempo muerto, luego de que un palmeo de Aaron Jones ha dejado el marcador en 66-61. «Ellos están en bonus», les ha recordado el extécnico de Bilbao Basket.
Sea como fuere, la defensa bilbaina ha sabido aguantarse de cometer más personales, y aunque ha perdido algún balón de más, fruto de la presión a toda pista que usualmente han practicado los verdinegros, un triple de Kulboka ha dejado, quién lo diría, el partido en el aire a falta de diez minutos por jugarse: 68-64.
Una antideportiva sobre Kulboka ha dado inicio el último cuarto, pero el lituano no ha aprovechado la coyuntura. Por fortuna, lo que no ha llegado del ataque, ha venido por la defensa, con una contra que ha culminado Jaylon Broen con un mate, aunque dimitrijevic ha replicado con cinco puntos consecutivos. De hecho, a pesar de no ser el jugador más constante del mundo, el base macedonio le ha hecho la Pascua en estew último cuarto a Bilbao Basket, aprovechando una asistencia de Xabier López-Arostegi para, con otro triple, obligar a Alex MUmbrú a parar el partido al ver que el marcador se ha disparado hasta el 76-68. Para más inri, una asistencia del propio Dimitrijevic lo ha aprovechado Birgander para colgarse del aro y devolver los dos dígitos de renta al Joventut: 78-68.
No obstante, Jonathan Rouselle se ha negado a darse por vencido, y valiéndose de la propia irregularidad de Dimitrijevic, ha liderado un parcial de 0-6 que ha vuelto a meter a Bilbao Basket en la pelea por el partido, con casi cinco minutos para el final. Además, el propio Rouselle le ha sacado una muy buena falta en ataque a Ante Tomic, metiendo en bonus de faltas a la Penya.
De palmeos, pérdidas y triples errados
En esas, el acierto ha desaparecido en los dos equipos, pespunteado con un par de absurdas pérdidas por parte de Bilbao Basket. Para postre, varios triples liberados de Hakanson y Rouselle no han querido entrar, mientras que la única canasta en más de dos minutos ha sido un palmeo de Xabi López-Arostegi, dejando el marcador en 80-74, marcador que campeaba en el luminoso cuando Alex Mumbrú ha decidido parar el tiempo, a falta de dos minutos y ocho segundos para el final.
Balvin ha colocado el 80-76 tras aprovechar a la perfección un pick'n roll con Hakanson, pero otro palmeo, esta vez de Connor Morgan, ha dejado las cosas como estaban, 82-76, pero un minuto menos para el final. Los triples bilbainos se han negado definitivamente a entrar, y una pérdida dudosa, porque tal vez ha sido falta sobre Jaylon Brown, se ha saldado con una contra de tres contra uno de la Penya que Ante Tomic ha culminado con un matazo. A falta de 40 segundos, el partido ha quedado finiquitado en apariencia.
Y, pese a dos tiros libres que ha anotado Kulboka, una rigurosísima antideportiva de Jaylon Brown sobre Bassas ha supuesto ek sello al partido, con el irónico fin de fiesta del inútil triple de Zyskowski sobre la bocina. Bilbao Basket, con todo, se ha demostrado capaz de ganar en Badalona pese a su aletargado comienzo, aunque su problema con las pérdidas, 18 en este duelo, va a ser una losa sobre la que deberá trabajar Alex Mumbrú, para no depender en demasía del acierto para optar a las victorias.
Mumbrú: «Encajar 52 puntos es demasiado para competir»
Sin paños calientes sobre los minutos malos que ha jugado su equipo, Alex Mumbrú ha subrayado el hecho de no conseguir ponerse en cabeza cuando la remontada parecía factible.
«En la primera parte el Joventut ha estado muy acertado, pero nosotros muy blanditos en todas las acciones. Llegábamos un segundo tarde; encajar 52 puntos (en la primera mitad) es demasiado para poder competir», ha reconocido el técnico badalonés.
«Creo que en la segunda parte sí que hemos estado mucho mejor, más iontensos. Hemos vuelto al partido después de hacer un esfuerzo muy grande, pero nos ha faltado ponernos por delante. Hemos cometido algún error tonto, alguna pérdida infantil, algún fallo en los tiros libres o algún triple que no nos dejaba acabar de ponernos por delante, que nos hubiese dejado coger un poco de aire y confianza. Lo hemos intentado, pero al final nos ha costado demasiado. No nos queda otra que seguir mejorando y jugando más duro», ha culminado.
Cuestionado sobre la lesión de Tomeu Rigo, Mumbrú no ha querido aventurar el tipo de dolencia que puede tener el jugador balear, pero ha mencionado que el escolta «ha notado como un chasquido cuando se le ha ido la rodilla, pero hay que hacerle pruebas para conocer el alcance de su lesión».