Roglic ha empezado la Vuelta 2020 como la dejó la edición anterior, demostrando su superioridad ya desde la primera etapa. El ciclista esloveno ha sido el más inteligente de un grupo de elegidos, al saber escoger el momento adecuado de su ataque, consiguiendo los metros suficientes de ventaja como para no ser alcanzado.
El líder de Jumbo ha destapado su potencia en el último kilómetro de la etapa, dejando atrás a Carapaz (Ineos), Martin (Israel), Chaves (Mitchelton), Grobschartner (Bora), Mas (Movistar), Carthy (EF) –el corredor inglés ha atacado justo antes de Roglic, pero su arreón no ha fructificado– y Kuss (Jumbo).
El ciclista estadounidense ha sido quien ha llevado el mayor peso de la subida a Arrate, cambiando el ritmo en el momento decisivo de la etapa y haciendo la selección, después de que Carapaz saltase a su rueda, no permitiéndole ninguna licencia.
Valverde (Movistar) y Dumoulin (Jumbo) han sido los primeros damnificados al variarse la cadencia en las rampas del puerto guipuzcoano, lo mismo que Daniel Martínez (EF), tocado en su tobillo por una caída que ha estado a punto de forzar su abandono, mientras que Froome (Ineos) ya había dado signos de flaqueza en la subida de Elgeta mientras era su propio equipo quien tiraba del pelotón, con lo que su liderato, junto a Carapaz, queda en entredicho.
La fuga de la jornada la han protagonizado Cavagna (Deceuninck), Sütterlin (Sunweb), Jauregui (AG2R), Wellens (Lotto) y Bol (Burgos), quienes han ido cayendo como fruta madura a medida que se acercaba la meta –el pelotón no les ha permitido abrir grandes diferencias–, siendo abortada la escapada justo al inicio de la subida a Elgeta.