La primera jornada del grupo F de la Europa League ha confirmado que es uno de los más complicados porque la Real ha sufrido para imponerse en el campo del teórico rival más débil del grupo, el Rijeka, y el AZ Alkmaar ha dado la sorpresa al ganar en el feudo del favorito, el Nápoles, por 0-1 a pesar de jugar con trece bajas por positivos de coronavirus.

La Real ha tenido que sufrir más de lo esperado ante el planteamiento defensivo del Rijeka. Y eso que Imanol no lo ha menospreciado a su rival y ha confirmado lo anunciado la víspera. A pesar de enfrentarse al equipo más flojo del grupo y de que el domingo espera un partido de Liga contra el Huesca, ha presentado a los once jugadores más utilizados en el comienzo de la temporada con la vuelta a la titularidad de Isak y Zubimendi en detrimento de Willian José y Guevara.

El Rijeka ha planteado el partido con un 5-3-2 muy replegado en defensa, pero a la vez muy atrevido a la hora de intentar siempre iniciar el juego desde atrás. Las dos cosas unidas han  empujado a la Real a volcarse en campo rival tanto a la hora de atacar como al presionar muy arriba.

Eso ha permitido al equipo local generar buenas opciones a la contra, sobre todo en un doble remate de Andrijasevic y Loncar en el minuto 14 que han encontrado una buena respuesta de Remiro, la primera con el pie y la segunda con la mano.

La Real ha creado la mejor ocasión del primer tiempo en una segunda jugada tras su sexto saque de esquina botado en los primeros 25 minutos, con un remate de Le Normand al larguero. También ha desaprovechado una buena opción en la que el central portugués Escoval ha estado providencial para cortar un pase de Portu a Oyarzabal.

Un segundo tiempo muy espeso

El segundo tiempo ha comenzado con un buen remate de Portu que se ha marchado fuera por poco, pero a la Real le ha costado encontrar tras el descanso fisuras en la defensa croata y Zubimendi ha tenido que arriesgar para desbaratar una clara opción de Kulenovic.

Ese tiro de Portu y un cabezazo de Aritz tras un saque de esquina a las manos de Nevistik han sido las únicas opciones realistas hasta el minuto 70 y por eso Imanol ha cambiado el perfil de delantero centro con la entrada de Willian José por Isak.

El Rijeka ha perdido a sus dos delanteros, Andrijasevic y Kulenovic, por problemas musculares, y ha dado por bueno el punto al limitarse a defender con todo su equipo en el último cuarto del campo.

Oyarzabal ha estado a punto de romper la lata con un zurdazo al poste tras un pase de Mikel Merino y ante la falta de recursos ofensivos de su equipo Imanol ha dado entrada a Bautista y Januzaj en lugar de Oyarzabal y Portu en los últimos minutos.

Los cambios han tenido un efecto positivo y el oreretarra, que se ha ganado la vuelta al equipo tras su cesión al Eupen, ha demostrado su olfato goleador al dar la victoria a su equipo en el minuto 92 con un remate con la izquierda tras un pase de Merino. Bautista incluso ha tenido la opción para marcar el 0-2, pero ha rematado alto.

El partido se ha jugado con la presencia de varios millares de aficionados croatas, sin mascarillas, al aprovechar que la UEFA permite jugar los partidos europeos con un 30% del aforo.

En el otro partido del grupo F el AZ Alkmaar, con trece bajas por positivos de coronavirus, ha ganado al Nápoles (0-1) gracias al gol marcado por Dani de Wit en el minuto 57 y al planteamiento defensivo de los holandeses. El Nápoles vendrá muy obligado el próximo jueves a Anoeta en el segundo partido de la fase de grupos.