Ganar en Ipurua: más que un reto, una necesidad para el Eibar

El Eibar recibe este lunes al Valencia en su campo (21.00), donde aún no conoce la victoria. José Luis Mendilibar recupera a Paulo y Kike García pero pierde a Diop para la cita.

En la imagen, Pedro León y Olivera en la visita del Getafe al campo armero, hace dos semanas. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)
En la imagen, Pedro León y Olivera en la visita del Getafe al campo armero, hace dos semanas. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

Vuelve el Eibar a Ipurua. Con la misma cantinela de los tres últimos meses porque la realidad es, de momento, más obstinada que los azulgranas y la victoria se les sigue resistiendo en su estadio esta temporada.

Con más de un cuarto de la competición consumido, la clasificación apretadísima en la parte baja, rivales directos que se han llevado puntos, y no pocos, de Ipurua y un calendario para despedir el año que pone los pelos de punta –Real, Real Madrid, Alavés y Barcelona, además de la primera eliminatoria copera–, la mala racha del Eibar como local es algo más que una anécdota, como conquistar aquí el primer triunfo es también más que un reto. Es una necesidad, por mucho que los buenos números a domicilio mantengan a flote a los armeros.

Lógicamente, José Luis Mendilibar no quiere presionar a sus futbolistas más de la cuenta y recuerda que lo importante son los puntos y no dónde se consigan pero también reconoce que «sabemos que tarde o temprano vamos a dejar de ganar fuera. Por eso hay que sumar puntos en casa también. Sabemos que jugar en casa sin afición no es lo mismo; y no sólo nos pasa a nosotros, sino a todos los equipos» pero, evidentemente, los eibarreses quieren, al menos, equilibrar un poquito la balanza.

Hoy intentará frustrar sus buenas intenciones un Valencia igualmente metido en ese amplísimo grupo de equipos apelotonados en un par de puntos. A día de hoy, por tanto, rival directo de un Eibar que, de hecho, aventaja en un punto al equipo de Javi Gracia. Del desmantelamiento que ha sufrido su equipo ya da buena cuenta el técnico navarro cada vez que se coloca delante de un micrófono. Pero sigue sin parecer una plantilla condenada a sufrir por la permanencia.

«El Valencia tiene grandes jugadores. Algunos han llorado mucho porque les falta gente -sonríe Mendilibar– y es verdad que se les han marchado buenos futbolistas. Pero repasas uno por uno los jugadores que tiene y son buenos. Están metiendo muchos goles, es uno de los equipos que más goles marca, y si no tienes buenos futbolistas, es muy difícil marcar muchos goles».

Es una de las principales carencias del Eibar, aunque la mejoría experimentada en sus dos últimos partidos, más allá del resultado, permite esperanzarse con que sus números mejorarán. Precisamente una de las novedades en la convocatoria atañe a la delantera, con el regreso de Kike García tras cumplir su sanción. Y aunque es una buena noticia para su técnico, también le supone un pequeño quebradero de cabeza.

Si sigue apostando por el sistema con un solo delantero –con el que, por cierto, ha conseguido el Eibar sus tres victorias–, tendrá que decidir entre mantener en el once a un Yoshi Muto que en el Villamarín se estrenó como goleador y que además está respondiendo cada vez mejor a las demandas de Mendilibar, y sentarle en el banquillo en favor de un Kike que, indudablemente, es uno de sus hombres de máxima confianza y cuya aportación al equipo es indiscutible. Evidentemente, también puede volver al dibujo con doble punta, el que más le gusta pero peores resultados está dando este curso. En ese caso, el sacrificado puede ser Inui.

La otra novedad pasa por el regreso de Paulo, que se perdió la visita al Betis por un problema muscular. Es el defensa con el que más está contando su técnico pero tampoco sorprendería que optara por la prudencia con la lesión del portugués y mantuviera a Burgos y Bigas en el eje de la zaga.

En el lado contrario, Mendilibar pierde a Pape Diop, que ayer viajó a Senegal por el fallecimiento de su padre. Recio o, más probablemente, Sergio ocuparán su vacante para acompañar a Expósito en el centro del campo.