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Urkullu y Ortuzar hablan de la «impopularidad» de las restricciones ante el LABI de mañana

La reunión del LABI de este martes en Gasteiz podría aplicar restricciones añadidas como están haciendo otras comunidades. El lehendakari, Iñigo Urkulllu, y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, han reflejado este lunes que temen a la «impopularidad» de las medidas.

Urkullu y Ortuzar, en un acto anterior. (Onda Vasca)
Urkullu y Ortuzar, en un acto anterior. (Onda Vasca)

Salvada ya la campaña de Olentzero tras prolongarse unos días la toma de decisiones en la CAV, el LABI político se reúne este martes para analizar si frena o no la desescalada en marcha. Lo hace con un cambio de tendencia en los datos, al haberse parado la bajada de contagios e incluso invertido la curva en Araba. Sobre la reunión planea también la nueva cepa descubierta en el Reino Unido y las restricciones aplicadas por otras autonomías.

En la víspera, ni el lehendakari Urkulllu ni el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, han dado pistas de sus intenciones (cabe recordar que políticamente la mayoría de esa mesa está copada por cargos institucionales jetzales).

En sus declaraciones sí ha sido evidente que tanto uno como otro temen a la «popularidad» de las medidas. Urkullu ha aludido a ello y Ortuzar ha apostillado que «el lehendakari no quiere amargarle la vida a nadie».

En una entrevista conjunta en Onda Vasca, con motivo de 125 aniversario del PNV, Urkullu ha señado que «hay mensajes que pueden sonar más impopulares» pero están basados en el «principio de realidad».

Urkullu ha recordado que mañana se reúne el LABI que tomará la decisión en función de los datos, en una curva que él ve descendente aunque «se ha ralentizado» y en contexto de «preocupación por la posible relajación» navideña.

Ha afirmado que comunidades autónomas que «supuestamente gozaban» de mejores situaciones epidemiológicas «están adoptando decisiones que parecen más restrictivas», pero ha apostillado que éstas «ya están en vigor en Euskadi».

Añade Urkullu que cuando el Consejo Interterritorial estatal analizó a principios de diciembre esta desescalada navideña él aceptó lo planteado en dicha reunión «en aras al consenso» aunque asegura que quería decisiones más drásticas.

También se ha mostrado partidario de cerrar el tráfico aéreo con el Reino Unido para frenar la expansión de la nueva cepa. Dice que ha hablado de este asunto con el Gobierno español y confía en decisiones tempranas. Desde Madrid se está denunciando que hoy llegan a Barajas un centenar de vuelos desde las islas británicas.

Ortuzar: «Un penúltimo esfuerzo»

En cuanto a Ortuzar, ha asegurado que «el lehendakari no quiere amargarle la vida a nadie» y, cuando se adoptan medidas restrictivas en el LABI, «es porque son estrictamente necesarias». En este sentido, ha apelado a hacer «un penúltimo esfuerzo» para llegar a la vacuna «bien» y ha advertido de que la pandemia «nos va a poner nota» como país.

El presidente del EBB ha lamentado que «da la sensación de que la sociedad, en cada uno de nosotros, llevamos una especie de tensión bipolar» sobre las medidas que se van adoptando para afrontar la pandemia de covid-19.

«Cuando se toman las medidas, ponemos la vista en las consecuencias negativas que pueden tener y nos acordamos de los sectores afectados. Cuando suben los contagios y se acerca el peligro en las UCI, pedimos al Gobierno que apriete más. Es contradictorio», ha señalado.

En este sentido, ha insistido en que «hay que respetar los derechos de todo el mundo, pero debe prevalecer el derecho de la salud pública».

Por su parte, ha asegurado estar «tranquilo» porque considera que «estamos en buenas manos, del lehendakari, de las autoridades sanitarias». «Estamos haciendo caso a unos técnicos que son muy buenos -en este país hay un sistema sanitario de primerísimo nivel-. Vamos a hacerles caso aunque no nos venga bien», ha añadido. Según ha subrayado, «todos tenemos familia» y a él, por su parte, le «gusta alternar» y es «txikitero», pero «cuando no se puede, no se puede».