Tendrá muy complicado el Eibar cerrar 2020 con una despedida que permita recordar con un mínimo de cariño este año realmente aciago para el planeta. El calendario le ha reservado para la última jornada la visita mañana al Camp Nou (19.15, Movistar+), donde los armeros no han puntuado jamás. Una cita que el Barcelona afronta sin Leo Messi, un alivio para cualquier rival y especialmente para el Eibar que se cuenta entre sus víctimas favoritas; pero a la que el equipo guipuzcoano, con muchas y muy sensibles ausencias, no llega en condiciones de tolerar lamentos del rival.
José Luis Mendilibar, de hecho, pierde al que está siendo su mejor jugador. Bryan Gil, con un resfriado –que hizo saltar las alarmas por la presencia de fiebre pero la prueba de covid fue, afortunadamente, negativa–, no viaja a Barcelona. Tampoco lo hará otro titular indiscutible como Anaitz Arbilla, ni Kevin Rodrigues, su sustituto en el lateral cuando el navarro centra su posición. Ambos sufren molestias físicas, aunque el club no ha especificado su naturaleza ni el tiempo que pueden tenerles de baja. Tres ausencias que se unen a las de Cote y Correa.
No todo son malas noticias porque Mendilibar recupera a Paulo, inamovible del once desde que arrancó la temporada pero que se ha perdido los cinco últimos partidos por lesión. También regresan Enrich, fuera por lesión los dos últimos partidos, justo cuando se acababa de reencontrar con el gol tras casi un año de sequía; Muto, que no pudo viajar a Mendizorrotza por molestias musculares; y Kadzior, al que una indisposición había dejado fuera de las dos últimas convocatorias. Además, Mendilibar se lleva a tres jugadores del filial, los ya habituales Dufur y Unai Arieta, y Sergio Cubero que, tras haber realizado toda la pretemporada con el primer equipo, en septiembre se fracturó un dedo del pie en un entrenamiento, lo que le obligó a pasar por el quirófano.
Con Arbilla y Bryan fuera de combate, es evidente que habrá cambios en el once armero. En defensa es posible que Mendilibar se limite al hombre por hombre, con la entrada de Rafa Soares –inédito en Liga desde los ocho minutos que disputó contra el Cádiz en la octava jornada– por Arbilla. Pero se ve más factible que entre Paulo para acompañar a Burgos en el centro de la zaga y que Bigas se desplace al lateral.
Pasa algo parecido con los movimientos que debe realizar el técnico arriba. Puede limitarse a suplir la baja de Bryan con la entrada de Kadzior –con una trayectoria prácticamente calcada a la de Soares– o retocar el sistema, aprovechando el regreso de Muto. El japonés acompañaría a Kike en punta e Inui se movería a la izquierda, con Pedro León en la derecha por delante de Pozo.
Es posible, además, que Diop recupere la titularidad en detrimento de Sergio para acompañar a Expósito en el centro del campo.
Las circunstancias no son las idóneas para reencontrarse con la victoria que el Eibar necesita después de que los últimos resultados le hayan dejado sólo un punto y un puesto por encima del descenso, como tampoco lo son «el rival que tenemos enfrente y más aún en su campo», reconoce Mendilibar. «Pero nos esforzaremos en hacer un buen partido y ganar. Nunca hemos ganado allí y es complicadísimo pero tenemos que competir».
El técnico recuerda que «en los últimos partidos, exceptuando contra el Alavés que estuvimos bien al principio y luego fueron mucho mejores que nosotros, hemos competido bien. A ver si podemos hacerlo también ahora, por lo menos hay que ir con ilusión».
El Eibar se encontrará a un Barcelona sin Messi pero también a un Barcelona diferente, posiblemente mejor, al de hace apenas dos semanas, cuando sí estaba el argentino. «Han tenido bastantes dudas, no hacían tantas ocasiones, se las hacían a ellos, les han remontado partidos… Pero el último partido fue diferente, estuvieron muy bien, movían el balón más rápido, ganaron fácil, hicieron ocasiones y a ellos les hicieron muy pocas… –recuerda Mendilibar–. Cambiaron, jugaron con tres centrales y dos carriles y les salió bien, ellos también parece que acabaron contentos. Pero también cambiaron en que al perder el balón iban enseguida a presionar para recuperarlo, algo que hasta ahora no se veía tanto».
Ese es el rival que espera encontrar mañana, diferente al que se ha visto durante casi toda la temporada. El Eibar tratará de amoldarse, adaptando su respuesta cuando sea necesario. Pero «nuestra idea es la misma», recalca su entrenador. «No cambiamos por la forma de jugar del rival. Sí tenemos en cuenta cómo puede salir jugando pero no por eso tenemos que cambiar demasiado».
350.000 euros de devolución
Por otro lado, el Eibar ha comunicado que en los próximos días procederá a la devolución de más de 350.000 euros a un total de 3.200 abonados que abonan su cuota de forma anual. Este importe corresponde a los encuentros disputados en la segunda mitad de 2020 y que, como consecuencia de las restricciones sanitarias impuestas para hacer frente a la pandemia, se han jugado a puerta cerrada.
El club ya había abonado en julio más de 300.000 euros a un total de 5.173 abonados por los seis encuentros que se disputaron a puerta cerrada hasta el 30 de junio.
Aunque algunas informaciones apuntan a que el público puede regresar paulatinamente a las gradas durante los próximos meses, el Eibar no ha incluido ingresos correspondientes a abonos y taquillas a la hora de calcular el presupuesto de la temporada actual. Además, el Consejero Delegado Jon Ander Ulazia aseguró durante la pasada Junta de Accionistas que la política del club en torno a los abonos durante los próximos meses tendrá muy en cuenta las estrecheces económicas a las que ha condenado la pandemia a muchos eibarzales y adelantó que el Eibar adoptará una serie de medidas con el propósito de que «los motivos económicos no sean obstáculo para que cualquier aficionado pueda regresar a Ipurua a ver al Eibar».