Inglaterra vivirá durante al menos seis semanas un confinamiento parecido al de marzo. Buena parte de su población ni siquiera podrá salir de casa para ir a trabajar. Están permitidos los «trabajos críticos», la construcción y la industria. Las demás profesiones no tienen permitido salir a la calle. 

Sí estará permitido salir de casa a por comida, medicina o cuidar a terceros, así como a hacer ejercicio con una única persona, convivientes o personas de la misma persona. Y se ha habilitado una excepción singular: se puede salir a la calle si se está siendo objeto de violencia en el domicilio o se han recibido amenazas. 

Además de locales comerciales no esenciales, hostelería y colegios, también se clausuran piscinas, polideportivos y gimnasios.

El primer ministro, en una alocución pública, ha recordado que los hospitales se encuentran «bajo una presión mayor por covid-19 que en cualquier momento desde el inicio de la pandemia» y la cifra de hospitalizados por coronavirus es un 40% superior al de abril, en plena primera ola.

«Las próximas semanas serán las más duras hasta ahora, pero creo firmemente que estamos en al última fase de la lucha (...). Quedaos en casa, proteged el sistema sanitario y salvad vidas», ha subrayado.

Escocia que es autónoma en cuanto a la estrategia a seguir, unas horas antes, había decretado un confinamiento domiciliario casi inmediato. El encierro escocés comenzará la media noche de este lunes y se prolongará durante todo el mes de enero. 

Nicola Sturgeon adelantó medidas similares a las que adoptaría después Johnson, como el cierre de colegios y las excepciones para salir del domicilio. Los colegios permanecerán cerrados, pero sí que podrán acudir niños en exclusión. 

A partir de este martes, solo un máximo de dos personas de dos burbujas distintas podrán reunirse al aire libre en Escocia, salvo para niños de 11 años o menos. Todos los lugares de culto cerrarán desde el viernes. 

Uno de los elementos en los que apoyo la ministra principal el encierro es que más de la mitad de los nuevos contagios ya son de la nueva cepa, conocida como británica, que sería más contagiosa. 

Por su parte, el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, ha señalado que estamos ante un «momento esencial» en la lucha contra la enfermedad en el país, al tiempo que ha afirmado que se avecinan «semanas difíciles», aunque «ésta es la salida».

Hancock se ha referido además a la variante del coronavirus hallada en el Reino Unido y ha señalado que esta cepa es más «peligrosa» y que se transmite «con mucha más facilidad». «Es mucho más contagiosa. Solo se necesita mantener contacto con una pequeña carga viral para contagiarse de la enfermedad», ha explicado.

De forma paralela, ha aludido a la variante del virus descubierta en Sudáfrica y ha señalado que está «increíblemente preocupado» por la misma, según ha informado ‘The Guardian’.