La presidenta de la Cámara Baja de EEUU, Nancy Pelosi, ha anunciado este viernes que ha conversado con los mandos militares para impedir que el presidente, Donald Trump, pueda emprender acciones belicosas, incluido el uso de armas nucleares, en los últimos días de su mandato y ha anunciado a los partidos que iniciará el proceso de impeachment (juicio político) contra Donald Trump si el mandatario no dimite de forma «inmediata».
«Esta mañana hablé con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, y hablamos sobre las precauciones disponibles para impedir que un presidente inestable inicie hostilidades militares o tenga acceso a los códigos de lanzamiento y la orden de un ataque nuclear», ha explicado Pelosi, demócrata por California, en un memorando.
«La situación de este presidente volátil no podría ser más peligrosa», ha añadido la presidenta de la Cámara Baja, quien ha dicho que se debe hacer «todo lo posible por proteger a los estadounidenses de este asalto insensato contra nuestro país y nuestra democracia».
El miércoles, incitados por el presidente Trump con sus denuncias de fraude electoral, miles de personas marcharon hacia el Capitolio, se enfrentaron con la Policía y ocuparon el edificio en una asonada para impedir que el Congreso completara la ratificación de los votos en el Colegio Electoral que dieron la victoria al demócrata Joe Biden.
El sistema establecido en EEUU para la decisión sobre un ataque con armas nucleares es más complicado que un «botón nuclear» y requiere que el presidente convenza a los mandos militares de que él es, realmente, el presidente y ha ordenado una acción.
Los «códigos nucleares» mencionados en películas y novelas no son los que permiten el lanzamiento de los misiles, sino los que permiten que el presidente tenga autoridad para ordenar el uso de armas nucleares.
El exsenador republicano de Tennessee Bob Corker, quien fuera presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta entre 2007 y 2019, ha señado hoy en una entrevista con la cadena MSNBC que el sistema establecido para el uso de armas nucleares requiere la participación de funcionarios civiles y oficiales militares con protocolos suficientes para impedir la acción descontrolada de un presidente errático.
Pelosi no ha indicado cuál fue el resultado de su conversación con el jefe militar, al tiempo que crecen las presiones en el Congreso para el inició de un segundo juicio político contra Trump, si el gabinete no lo declara incompetente o el mandatario renuncia cuando restan pocos días de su Presidencia.
La creciente presión para que el Congreso inicie el segundo proceso de destitución contra Trump pocos días antes de que abandone la Casa Blanca tras perder las elecciones presidenciales, se produce mientras Pelosi espera la respuesta del vicepresidente, Mike Pence, sobre si invocará la Enmienda 25 de la Constitución estadounidense para apartar al presidente de su cargo.
La Enmienda 25 permite destituir al presidente si el vicepresidente y una mayoría del gabinete vota su destitución alegando su incapacidad «para ejercer los poderes y deberes del cargo».
Pelosi también ha informado a los miembros del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes que, aunque prefiere que Trump dimita o sea apartado del cargo con la Enmienda 25, un nuevo proceso de impeachment contra el presidente tiene más apoyo en el partido que el primer proceso, realizado a comienzos del 2020.
Entonces, los demócratas procesaron a Trump por las presiones que ejerció sobre el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que investigará a Joe Biden con el objetivo de dañar sus aspiraciones presidenciales.
El juicio político contra Trump fracasó en el Senado, donde los republicanos tenían la mayoría hasta el miércoles tras la victoria de los dos candidatos demócratas en la segunda vuelta de las elecciones senatoriales en Georgia.
Biden, sin embargo, ha evitado este viernes pronunciarse sobre un posible juicio político al mandatario saliente, por su incitación del asalto al Capitolio, al asegurar que «depende del Congreso» tomar esa decisión.
El presidente electo ha celebrado asimismo que Trump no vaya a asistir a su investidura, al asegurar que es «una de las pocas cosas» en las que ambos están de acuerdo, aunque confía en que Pence sí vaya.
Banderas a media hasta por el policía fallecido
La propia Pelosi ha ordenado izar las banderas a media asta en el Capitolio en recuerdo del agente de Policía que murió tras el asalto llevado a cabo el miércoles por grupos de seguidores de Trump.
Drew Hammill, jefe de gabinete de Pelosi, ha confirmado que la medida ha sido tomada tras el fallecimiento de Brian Sicknick, que murió «debido a la gravedad de las heridas» sufridas cuando se encontraba trabajando.
El agente resultó herido en un enfrentamiento con los manifestantes trumpistas. «Fue trasladado a un hospital de la zona pero murió», ha señalado en un comunicado la Policía del Capitolio, que ha sido cuestionada por la aparente poca resistencia ejercida ante el asalto al Congreso.
Sicknick formaba parte del cuerpo policial desde julio de 2008 y sirvió la mayor parte del tiempo en la Unidad de Primera Respuesta del Departamento, según informaciones de la cadena CNN.
Incluso Pence ha lamentado el fallecimiento del agente. «Karen (la esposa de Pence) y yo estamos profundamente entristecidos al saber del fallecimiento del agente de la Policía del Capitolio Brian Sicknick», ha trasladado a través de su cuenta de Twitter, en un mensaje en el que ha extendido sus «profundas simpatías y oraciones» a su familia, amigos y compañeros.
Además de Sicknick, en los incidentes perdieron la vida cuatro manifestantes identificados por las autoridades como Ashli Babbitt, una mujer de 35 años residente en San Diego (California); Benjamin Phillips, de 50 años y de Ri (Pensilvania); Kevin Greeson, de 55 años, de Athens (Alabama), y Rosanne Boyland, de 34 años, de Kennesaw (Georgia).
Quince personas inculpadas por el asalto al Capitolio
Quince personas han sido inculpadas por el asalto al Capitolio, entre ellos el hombre fotografiado en la oficina de la líder demócrata Nancy Pelosi, anunció el viernes el Departamento de Justicia.
«Anunciamos quince inculpaciones hechas por la justicia federal", declaró en una rueda de prensa Ken Kohl, de la oficina del fiscal federal de Washington. Entre los inculpados se cuenta uno que tenía 11 cocteles molotov en un vehículo aparcado cerca del Congreso así como otro que derribó a puñetazos a un policía y otro que ingresó con un revolver cargado, precisó.
El individuo, identificado como Richard Barnett y procedente de Arkansas, ha sido arrestado en la localidad de Little Rock, ubicada en su estado de procedencia.
Barnett, cuya fotografía en el escritorio de Pelosi se hizo viral, ha sido acusado de entrar y permanecer conscientemente en un edificio con acceso restringido sin autorización, irrupción violenta y conducta escandalosa en el territorio del Capitolio y robo de propiedad pública, según ha informado la cadena de televisión CNN.
«Aunque hayas abandonado el Distrito de Columbia, aún puedes esperar una llamada a tu pueta si encontramos que estuviste involucrado en la actividad criminal del Capitolio», ha advertido el subdirector de la oficina de Washington a cargo de la investigación del incidente, Steven D'Antuono. «El FBI no está escatimando ningún recurso en esta investigación», ha agregado.